La nieve, la Navidad, esta época es de las mejores del año. El hada Martina ya está decorando el árbol cuando, de repente, el muñeco de nieve del patio le pide un favor, un favor... pequeñito: ¡quiere comer churros con chocolate!

El hada Martina se pone manos a la obra y le da ¡piernas y pies! Pero claro, todo gran deseo también tiene sus consecuencias...

Hoy traemos una nueva historia del hada Martina. Santi está recortando una luna de papel para el colegio, dice que en la luna no hay nada, pero Martina le cuenta que en la Luna están todos nuestros sueños.

El hada Martina está en un atasco, quedan cinco minutos para que Santi salga del colegio y encima el cielo está nublado... un momento, ¿todo está gris? ¿Qué ha pasado con los colores?

Santi, el Hada Martina, su padre Ramón y el pequeño Carlitos se van a un parque natural, a tomar el aire fresco, dar una paseo ¡y hacer un picnic! Pero su tranquilidad será por poco tiempo... el roble está triste, les queda poco tiempo en el bosque pues pronto cortarán los troncos de todos los árboles de la zona para construir un centro comercial.

Esta es, sin duda, una perfecta tarea para el Hada Martina. Al otro lado del valle hay una fábrica, ellos son los que quieren comenzar con la tala. Martina, con su bastón de senderismo hará su magia para salvar al roble y el resto de árboles del bosque...

El rockero Micky Rizos ha perdido la voz y Santi se queda sin poder ir al concierto. Pero su madre, el Hada Martina, va a hacer todo lo posible para que Micky vuelva a cantar fuerte y alto. 

Martina y su familia se va a pasar el fin de semana a la playa. Las vacaciones son un plan ideal para alejarse de la rutina. Con el parloteo de las gaviotas, el rumor de las olas, etc. no existe el estrés ... o eso parecía. Un ferry se hunde a lo lejos y alguien tiene que arreglarlo, ¿quién mejor que Martina?  ¿Qué usará de varita esta vez?

Martina y Santi tienen una nueva misión: encontrar a la infanta perdida, ¿dónde se habrá metido? Las noticias de la radio han dicho que ha desaparecido del cuadro de Las Meninas. 

En este episodio conocemos la historia de Rusty. Martina se sienta frente al ordenador para responder correos cuando Santi le cuenta que Rusty ha desaparecido. Rusty es el perro de Miguel y no sabe dónde está, es el quinto día que no aparece por casa. 

El día es soleado, los pájaros cantan y Martina se ha levantado, contra todo pronóstico, con ganas de ir al gimnasio. Es un hada un tanto remolona. Esta idea se trunca rápidamente cuando su hijo mayor, Santi, le dice que ha perdido a Robot Robi, ¿qué ocurre con los juguetes que se pierden? ¿Adónde van?