Tanta pandemia nos ha nublado el entendimiento... En el último programa de la segunda temporada de El Grupo, Temeraria y Peter Pan vienen abriendo lanzas, pero lo hacen por vuestro bien, porque llega el verano y sois todos unos inconscientes.

Aunque este 9 de julio no haya Sanfermines, la temporada estival está repleta de peligros, impuestos y planchazos frontales. Que la vacunación no os haga confiaros: cuidado con el bigote, con saltarse la cita del dentista y con los geles alcohólicos e hidroalcohólicos, que os vemos venir. Nosotras, por el momento, nos vamos por la puerta grande para quedarnos un ratito a la bartola.

Que vayamos por las esquinas silbando la sintonía de Verano Azul nos delata: hemos pasado por muchos campamentos. Eran otros tiempos, en los que las colonias servían para revolcarse en el campo y tocar la flauta outdoor y no para aparcar niños. Lo bueno es que la esencia de estos paraísos se mantiene, o al menos eso aseguran los miembros de El Grupo. Sílvia Abril está muy a favor de esta actividad que le permite estar de novios, y Toni Acosta viene dispuesta a poner velas negras a esas madres Münchhausen que se niegan a que sus hijos maduren pegándosela en la tirolina. Eso sí: cuidado con que no os adoctrinen a los niños, que luego acaban en una secta y a ver quién los aguanta el próximo curso.

Yasss, queens! Como cada semana, Sílvia Abril y Toni Acosta nos vuelven a traer otro episodio de esa fantasía random a la que llamamos El Grupo. Tanto swag nos ha permitido abrir por primera vez el telón de Casa Terrat para reunir de nuevo al Tribunal de las Tendencias.

Hacerse el guay está de moda. Vaya, nada nuevo, pero con la diferencia de que ahora todo el mundo tiene su propia plataforma para dar cringe. Estamos tan #cansadas de los reels y de la música cargante en Bershka que estamos a punto de cambiarnos de década. Y hasta ahí podemos leer, que si no nos enrollamos como Charles Boyer.

Amancios del mundo: recapacitad. Entre las cholas con pelos, las mallas ciclistas y los jerséis sin jersey no podemos andar más perdidas. El universo de las tendencias es cada vez más confuso y algunas no nos compensan, sobre todo si nos impiden asearnos grácilmente.

Por suerte, los confinamientos han traído de vuelta lo 'comfy' y ahora El Grupo está lleno de influmierders en chándal. Sílvia Abril y Toni Acosta diseccionan en este programa las tendencias que van a abrazar y las que son para mear y no echar gota. Aliviaos a gusto, porque hoy hemos traído mudas limpias.

Preparad el vermú y los berberechos, porque esta semana entramos con todo el equipo y repasamos los básicos que todo buen anfitrión debe dominar. Las compuertas de la socialización se han vuelto a abrir y Toni Acosta ha entrado concisa, dinámica y con el convencimiento de que sus dotes para preparar fiestas sin grasas no son nada comparadas con las de Sílvia Abril.

Sílvia será una anfitriona excelente, pero cuidadito porque te obliga a desnudarte al llegar. Lo bueno es que 3 de cada 10 miembros de El Grupo aseguran ser los mejores agasajando a sus invitados, así que esperamos sentadas a esa invitación. Por el momento, esta es vuestra casa (o no).

Consejito para los padres: dejad de proyectar en vuestros críos. Las inscripciones compulsivas a chino y robótica están provocando que se pierda la noble tradición de salir a la calle con el bocata de chóped para jugar al churro mediamanga mangotero, y en El Grupo no podemos estar más tristes.

Entre la clase de ballet, la de inglés y la escuela de negocios junior, hay niños con agendas más apretadas que las de un ministro. Hoy hablamos de eso, pero también tocamos  importantes temas como la amnesia constante de Sílvia Abril, la etapa bandurrista de Toni Acosta o el final de Oficial y Caballero. 

Lo tenemos claro: si vuelve la antigua normalidad, vuelven las borracheras. Aunque quizá no se hayan ido nunca... o eso parece, a juzgar por los hábitos de la población durante la pandemia. El Grupo no defrauda y no nos han faltado historias de cogorzas.

Borrachos deplorables, borrachos amorosos, borrachos místicos, borrachos fantasma... Toni Acosta cada vez bebe menos, pero le fascina examinar a estos especímenes como buena actriz de método. Sílvia Abril, por su parte, no necesita el alcohol para ser impredecible ni para trabucarse. Atentos a los consejos de ambas para no sufrir una resaca como la de cierto emperador macedonio.

Si no se alarga, la fiesta no es fiesta ni es nada. Por eso esta semana volvemos a daros la matraca musical acompañadas del señor del bigote y de otro que dice venir vacunado. Donde caben tres caben cuatro, aunque haya que amenizar el sarao con guitarras de Amazon.

Sílvia Abril, Toni Acosta y El Grupo nos traen un buffet de lo más variopinto, que incluye letras mal cantadas, clásicos destrozados por una mala anécdota, tra-trás y por supuesto, un puñado de temazos como una catedral. Pónganse cómodos y disfruten. 

¡Aleluya! El horizonte pandémico empieza a clarear y no nos podemos aguantar más este ritmo, así que nos hemos agenciado el estudio tocho de la SER para montar una fiesta socialmente responsable con El Grupo. 

Nuestras piratillas de cabecera nos traen una playlist con chiki-chikis, Judy Garlands, Sinatras apachorraos y hologramas de divas; y descubrimos qué canciones transportan a otras épocas a Sílvia Abril y Toni Acosta de la mano de un tipo con bigote que nos hemos encontrado en la Gran Vía. Desgañitaos con nosotras y que le den un rato a los vecinos.

Hoy han venido a presentar el programa una chalada y una 'wedding planner'. Y en este episodio de El Grupo, hablarán de una especie que se ha declarado en peligro de extinción durante la pandemia.

Sílvia Abril y Toni Acosta están dispuestas a reivindicar la noble tradición de las bodas, en las que fotografiar a la parejita esquivando a los borrachos, bailar sobre la silla con la corbata a lo Rambo o tirar castañas (sin pinchos) a los recién casados es la tónica habitual. Casarse será un jari, pero apiadaos de la pobre Toni: si no la invitáis a vuestro enlace covid-free, acabará tirada en el sofá empachándose de comedias románticas...

Las tribus urbanas han cambiado mucho desde el año de Mandarinete: ahora son los kpopers y las e-girls quienes inundan nuestras calles y feeds, y aunque los adolescentes de hoy afirmen que no se quieren encasillar, ¿quién no lo ha hecho alguna vez? 

Sílvia Abril ha pasado por todas las estéticas, Toni Acosta se hizo scout para encajar y en El Grupo hemos encontrado ejemplos de camaleones a patadas. Algunos dirán que van por la vida ad líbitum, pero la realidad es que la mayoría deseamos integrarnos, incluso si es a riesgo de tirarse por un puente, como desaconsejaban nuestras santas madres.