Aleph y Pepe Crespo divagan entre la astronomía, la metafísica, las imposiciones sociales, la inmigración, las inundaciones de Valencia y cómo se ha usado al Rey en nuestro país.

Pepe Crespo y Alef hablan en esta ocasión de los estrictos cuidados exigidos por los acuarios marinos que contrastan con las condiciones en las que vivimos en nuestros habitáculos. Desde ese punto la conversación fue derivando hacia la situación de la universidad española, la pobreza en España; la corrupta monarquía borbónica; el poder bélico para garantizar la economía y los delirios colectivos.

Pepe Crespo analiza el problema de los límites con los que se ha tropezado el desarrollo de las redes neuronales.

Hablamos en este podcast de los orígenes de las principales religiones monoteístas y de la trascendencia que han tenido sobre la Humanidad a base de crear historias.

Pepe Crespo comienza hablando de la confrontación entre los estadounidenses por la religión y continúa derivando en otros temas donde se aparta y vuelve del camino que lo lleva a concluir que el mito no solo se mezcla con la realidad en el caso de la religión, además como en esta, se convierte en la base de otros aspectos sociales para garantizar el orden y la prevalencia de las normas y valores establecidos..

Un popurri de temas habituales en una nueva conversación entre Pepe Crespo y El Aleph sin rumbo ni guión establecido.

La ciencia se ha desguazado en las universidades y demás entidades académicas, reduciéndola a pequeños trozos en los que quién intenta vivir de ellos busca su propia supervivencia adaptándose lo que marca el gremio corporativista en el que trabaja. La burocracia ha matado al espíritu científico que se ha transformado en una colección de papeles publicables que cumplen unos criterios académicos pero que poco pueden aportar fuera de lo establecido por los mismos que aprueban lo que debe ser y no ser ciencia. No es una época para genios y excéntricos creadores que son apartados y marginados o incluso tratados como enfermos mentales. Pepe Crespo comenta este asunto y desbroza, con su peculiar manera analítica, el árbol de la ciencia en busca de lo que considera su tronco vital.

Pepe Crespo aborda en este nuevo programa de Radio Ansite las trampas de capitalismo, la manera en la que caemos en ellas y cómo evitarlas. Habla desde su experiencia bajando al nivel personal desde el que comenzar a labrar el ego y dominar esos impulsos animales que nos conducen hacia donde quieren los que manejan el cotarro. Usen "esas cabesitaaaaa" dice Pepe recordando a Salvador Freixedo con las filosóficas disquisiciones de Kant y Schopenhauer de andar por casa en alpargatas con la caja de herramientas.

Pepe Crespo vuelve a Radio Ansite para hablarnos del anarcobudismo como forma de vencer al poder dominante corrupto que nos alinea y nos convierte en consumistas esclavos con una vida abocada a la ruina y la despersonalización. Mediante la renuncia a lo que nos obliga la forma de vida impuesta, podemos encontrar otras vías sin tanta toxicidad.

José Crespo vuelve a golpear como un martillo pilón sobre la vida de los sufridores urbanitas, hacinados en sus pequeños cubículos en los que soportan el ambiente insano de la ciudad. Vidas sin esperanza de prosperar por la situación decadente a la que se deben adaptar.

Pepe Crespo explica las razones por las que no pisa por mucho tiempo una ciudad. Su vida se ha alejado de las urbes para vivir más plácidamente en el campo rodeado de naturaleza y alejado del hacinamiento, precariedad, violencia, contaminación, marginalidad, deshumanización.... Otra razón poderosa es la de poder escapar de las futuras crisis. como la de la pandemia reciente que nos mantuvo bajo arresto en nuestras casas. En los pequeños núcleos de población, donde es posible sobrevivir en los malos tiempos gracias al trabajo últil de los bienes que nos da la tierra. Sin irnos a esos extremos, en la actualidad las clases más pudientes se están largando de las grandes urbes donde solo quedan los que no pueden ir a ninguna otra parte, víctimas de esta época, condenados a vivir en ratoneras y a hacer del consumo su principal motor vital aunque tiren de drogas para seguir en pie. Ya en la Roma clásica, aquellos que ocupaban los escalafones más altos de la sociedad, se alejaban de esa ciudad, viviendo en un pequeño grupo familiar autosostenible con las tierras que poseían, un bien este muy valorado en la Antigüedad.