El centro comercial que siempre deseaste y nunca pudiste imaginar.
A primera vista parece que hay líneas por todos lados, que son muy accesibles y fáciles de comprar. Existen líneas de teléfono, líneas ideológicas… hay, incluso, líneas que hay que mantener (sobre todo en verano). Al principio el cliente no tiene muy claro qué tipo de línea quiere. El dependiente le ofrece una línea normal, de esas que se unen formando puntos de sutura. Pero es importante que no sea ni horizontal, ni vertical, ni quebrada, ni diagonal, ni ondulada, ni curva, ni zigzagueante. Sobre todo zigzagueante, siempre provocan quebraderos de cabeza.
El cliente se decanta por una invisible. ¡Qué idea! ¿Y cómo va a saber que la ha comprado? ¿Cómo sabe que no le han ‘tongado’?. Pues porque compra una línea de la hostia. De la hostia que se lleva por comprarla. El mismísimo meridiano.
Aunque muchos piensen que las libretas solo sirven para apuntar, lo cierto es que también se pueden utilizar para apuntar-se, ¿por ejemplo? Para apuntarse a un bombardeo. En ese caso, el dependiente siempre recomienda la libreta militar, con sus tapas de camuflaje y sus anillas reforzadas. Pero a veces, en vez de apuntarse a un bombardeo, lo mejor es generarlo usted mismo, comprando una buena cantidad de booooooooombas, para bailar esto es una bomba, para gozar esto es una bomba, para menear esto es una bomba.
Todo el mundo una mano en la cabeza, un movimiento sexy, una mano en la cintura, suavecito para abajo, suavecito para arriba, suavecito para arriba...
"Buenax nochex buxco una excusa".
Hay excusas que son verdaderas obras de arte. Tienen más ornamentación, más colorinchis y más imaginación que muchas verdades que, al final, te pueden salir caras. Porque claro, estas excusas de las que hablamos siempre son baratas. El dependiente rocía al cliente con excusas... de mierda: que si no eres tú, soy yo; que si necesito un tiempo; que si la indemnización que se pactó fue una indemnización en diferido. Y como fue una indemnización en diferido, en forma, efectivamente, de simulación o de lo que hubiera sido en diferido en partes de una de lo que antes era una retribución, tenía que tener la retención a la Seguridad Social...
Total, excusas. En estos grandes almacenes se venden millones. Igual te puedes ahorrar lo que te van a costar y comprar una excusa que valga para todo: "me corté... las uñas".
Ante la pregunta de "¿en qué puedo ayudarle?" es posible que el 90% de las respuestas que has dado a lo largo de tu vida hayan sido: "en nada, gracias, sólo estaba mirando". Normalmente en este momento el dependiente se suele dar la vuelta para continuar con su ardua tarea de doblar puntos y colgar comas. A no ser que sea un dependiente asiático, entonces es posible que te persiga por los pasillos. Pero este es otro caso, estamos hablando del dependiente de nuestros grandes almacenes. Un dependiente que se ha convertido en un dependiente - dependiente. Dependiente bis. Dependiente del cliente. Vamos, ¡que no le deja en paz! Es pesado hasta en su forma de respirar.
De repente el cliente tiene, por una vez, el control. ¿Le podrá punto y final a esta situación?
Your feedback is valuable to us. Should you encounter any bugs, glitches, lack of functionality or other problems, please email us on [email protected] or join Moon.FM Telegram Group where you can talk directly to the dev team who are happy to answer any queries.