Reseña: The Defenders Por Pada Este contenido trae spoilers incluídos.
[email protected] @eseauto elinstadepada La más reciente serie de televisión de Marvel-Netflix es un premio para todos aquellos que vieron las dos temporadas de Daredevil y las primeras de Jessica Jones, Luke Cage y Iron Fist. Y es que lo primero que pensamos al presenciar los minutos iniciales es: ya extrañaba verlos. A unos más que otros. A Iron Fist no tanto, porque era la serie más reciente. Y porque Iron Fist. Sin embargo, es cierto que The Defenders busca darle más relevancia a éste último, ya que gran parte de la trama recae en éste personaje y en la historia que nos contaron en su propia entrega. Al igual que con el Diablo de Hell´s Kitchen, debido a que, gracias a la participación de Stick y de Elektra, también podemos considerar a éstos 8 episodios como una Daredevil 2.5 Prefiero por mucho a ésta Elektra. Bueno, a la versión que vemos rumbo al final y su bien manejado y no esperado plot twist. Porque en un inicio, se comporta como zombie. Y si bien estoy casi seguro de que en un futuro la veremos como parte del supergrupo, por fin me dieron una interpretación del personaje que me dejó convencido totalmente. Lástima que para que ésto ocurrriera, se tuvo que sacrificar, literal, al mejor personaje de la serie: Alexandra, interpretada magníficamente por la señora Sigourney Weaver, demostrando que si bien la industria del entretenimiento es ingrata y se mueve a una velocidad mayor que nuestra propia percepción del tiempo, cuando una lo tiene, realmente lo tiene, y no importa la edad, importa el talento y la experiencia. No hay necesidad de hablar con voz grave o enseñar los colmillos para interpretar a un villano con el cual sabes que no quieres meterte. Me gusta como, al ver a todos los defensores juntos, se destaca aún más el estilo de pelea de cada uno, muy bien definido. Son Iron Fist y Daredevil los que mejor saben hacerlo, es cierto, pero aún así, no se trata sólo de golpear por golpear. Sino que el karate de Danny es mucho más fino que el de Matt, mientras que Jessica se dedica más a cargar y azotar a sus enemigos, y a Luke le basta con quedarse parado e irlos recibiendo como vienen. Pero también en ésta coreografía de historias, participan, y mucho y muy bien, los personajes secundarios. Este baile de intercambio de parejas, no de manera literal, resulta agradable. Sabemos que aunque la publicidad y el status jamás los considerarán así, podemos por lo menos considerar a Colleen, Misty y Claire como Defenders honorarios. Y si. Insistimos: urge ya ir preparando la versión televisiva de las Daughters of the Dragon, con las dos primeras haciendo dueto para combatir el crimen. Así como The Defenders refuerza que no queremos una segunda temporada de Iron Fist o una segunda de Luke Cage y que lo que queremos es una primera temporada de Heroes for Hire, con éstos dos personajes compartiendo pantalla. Y si de desear se trata, y hablando de secuelas, pues no podemos esperar a ver la siguiente de Jessica Jones, porque así como hay aplausos y vitoreos para Weaver, lo mismo debo hacer para Krysten Ritter, quien es la que mejor ha dominado al personaje que le corresponde. Es fascinante la química que tiene tanto en solitario como para con los demás. No sólo con su círculo cercano, al cual ya conocíamos, sino con sus nuevos compañeros. Verla caminar al lado de Matt Murdock ya hace que todo valga la pena. Quiero regresar a Daredevil: en The Defenders, vemos algunas situaciones que podrían estar adelantándonos lo que pasaría en un futuro con el personaje. Durante gran parte de los primeros episodios, vemos cómo se niega a regresar al traje, y con ello, a la identidad. Apenas está recuperando su vida de civil, pero los que lo conocemos, sabemos que su historia está llena de caidas. ¿Está destinado a tocar fondo? Porque si es así, entonces lo que le ha pasado no es nada comparado a lo que podría venir. Ya existen rumores de que la tercera temporada podría basarse en la saga Born Again. ¿De qué va? Rápido: Karen Page se convierte en drogadicta y actriz de películas porno. Para costear su adicción, vende la identidad secreta de Daredevil, la cual llega a manos del Kingpin y éste le destroza la vida. Deja en la calle, literal, no sólo al héroe sino a Matt Murdock también. De hecho, la última escena de The Defenders en la que aparece, donde lo vemos acostado y muy mal herido en la cama dentro de lo que suponemos es una iglesia o un convento, está sacada completamente de Born Again. En varios puntos de ésta entrega de Netflix, se nos presenta cómo, a diferencia del resto de sus compañeros, Matt sí tiene una identidad que cuidar. Y también sabemos cómo en el universo Marvel, son menos los que tienen una. ¿Será que también veremos la adaptación de las historias del escritor Brian Michael Bendis donde, como consecuencia de lo ocurrido en Born Again, la identidad llega a un periódico y se hace del dominio público? O a lo mejor se van por la primera vez que tuvo un problema así: por una carta que escribe Spider-man, queda al descubierto su identidad, por que entonces se crea una tercera: Mike Murdock, el hermano de Matt. Este, sería mucho menos serio que el original, más bromista y más dicharachero, por lo que la gente lo asocia más con Daredevil. Este sube las patotas al escritorio y zapea a Matt. Bueno, pensándolo bien, es una mala idea hoy, así como fue una mala idea en aquél entonces, y por eso, afortunadamente, sólo fue una trama temporal. Quizás sea muy pronto para transformar así de radical al personaje de Karen Page. Pero también es cierto que no pueden darse el lujo de esperar. No sabemos cuánto pueda durar la magia, por lo que no sólo deben considerar acelerar el tiempo para llegar hasta éste punto, y quien sabe, hasta el Born Again también podría ser la caída y la redención de Karen. Y así como es necesario adelantarnos con Page, también es necesario hacerlo con Trish. ¿Van o no a convertirla en Hellcat? Pero decídanse ya. ¿Van o no a darle el traje a Iron Fist? Porque si no, entonces quítenselo a Daredevil, pues sobresalta demasiado con respecto al look de los otros tres. La razón por la cual The Defenders se siente pesada, es porque tarda en arrancar. Pero el incremento de la tensión que tiene hacia el final, me gusta más que el de las anteriores, a las cuales ya uno llegaba un poco cansado y desesperado porque todo terminara. Si, así como me ha ocurrido y lo he dicho con las pasadas, también lo diré con ésta: le sobran episodios. Aún cuando sólo son 8. Para mi, por ejemplo, el primero y el segundo, podrían haber sido sólo uno. O quizás simplemente estoy de acuerdo con el dibujante Kevin Maguire, quien expresó no ser fan del formato Netflix, ya que si bien el elenco y la producción lo hacen muy bien, las historias transcurren como cold molasses, una expresión utilizada, para decir, literalmente, que se mueven como melaza fría. O sea, que transcurren lento, pues. Ah, y qué bueno que hablamos de la producción, pues sí tengo algunas quejas sobre ésta y otros aspectos. La cámara. Y específicamente, la colocación de la misma. A pesar de que, como ya sabemos, son diferentes directores para cada episodio, a todos les dio por exagerar su propuesta visual. Apreciamos cuando alguien se pone creativo y no quiere ofrecer una toma limpia, sino que pone por delante un objeto, y entonces le crea un marquito natural, no completo, a el o los personajes que vemos a cuadro. Bueno, pues en The Defenders se exagera. Hay tomas en las cuales quisieras gritarle al director: quitame esa cosa de ahí que no me dejan ver. Estorban. Eso en cuanto a la presentación. Ahora, en cuanto al guión: me parecen ridículas, pero en realidad ridículas dos situaciones. Los documentos en el piano. O sea, la cosa sucede así: mi papá se sentaba en el piano. Ah, pues seguramente ahí los escondió. ¿En serio? Y por otra ...