Grandes Reportajes de RFI

"Grandes reportajes de RFI", un programa que permite, detrás de las noticias, explorar un tema, un lugar, una problemática. Con nuestros reporteros en el mundo entero.

  • 21 minutes 19 seconds
    Claudia Sheinbaum o Xóchitl Gálvez, la próxima presidenta de México enfrentará enormes desafíos

    México se prepara para vivir el momento inédito de contar con una mujer en la presidencia. El 2 de junio, unos cien millones de personas irán a las urnas con dos claras favoritas en sus mentes: Claudia Sheinbaum, candidata del oficialista Partido Morena, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista (PV), y Xóchitl Gálvez, quien encabeza una coalición opositora entre el Partido Acción Nacional (PAN), el Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD). La lucha contra la violencia del narcotráfico y de género, entre las prioridades de ambas. 

    La campaña presidencial en México está en marcha. Su desenlace se conocerá el 2 de junio próximo. Claudia Sheinbaum, candidata del Partido Morena, el Partido del Trabajo (PT) y el Partido Verde Ecologista (PV), y Xóchitl Gálvez, candidata del Partido Acción Nacional (PAN), del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD) son las favoritas. Un tercer candidato, Jorge Álvarez Máynes, del Movimiento Ciudadano (MC), no parece disponer ni de la presencia ni del apoyo nacional que se requiere para ganar ese tipo de contienda.

    “Llegó la hora que una mujer gobierne el país”

    Aunque Sheinbaum y Gálvez representan dos proyectos abiertamente diferenciados, coinciden, declarativamente, en un objetivo común: “llevar a México por el sendero de la paz, la seguridad, la democracia y las libertades”, afirma la candidata de Morena; “recuperar la paz y la seguridad”, clama por su parte la candidata conservadora.

    Para muchos mexicanos llegó la hora de que una mujer gobierne el país. “Una mujer es menos corruptible”, asegura Carlos Zamarripa, un pensionado que habita en Saltillo, Coahuila, en el norte del país, que como casi todas las personas entrevistadas asegura votará el domingo 2 de junio. Para Laura Fuentes, estudiante de ingeniería en la ciudad de México, las cosas están claras, “llegó la hora que una mujer gobierne el país”.

     

    Xóchitl Gálvez ha montado una campaña agresiva, contestataria, basada en una frase fácil de asimilar “seré una candidata sin miedo”. La también senadora por el PAN no duda en pedir “un voto de castigo” contra su contrincante. Mayda Vacabaqueiros, profesora del departamento de comunicación de la Universidad Iberoamericana, una de las instituciones de educación superior más prestigiadas del país recuerda que Xóchitl Gálvez “tiene una historia política bastante larga”. Y es que Gálvez saltó al ring de la política por primera vez el año 2000, durante el gobierno del conservador Vicente Fox, cuando el PRI perdió la primera elección presidencial de su historia, tras más de 6 décadas de gobernar sucesivamente el país.

    Claudia Sheinbaum se forjó en las luchas y movilizaciones estudiantiles que reclamaban democracia, libertad y justicia al final del reinado priista. Por eso no duda en presentarse como “heredera de la democracia contra los fraudes electorales, por la democracia sindical, en las universidades”. No duda en acusar a Gálvez de haber sido beneficiaria, a través del PAN, de los fraudes electorales. La profesora Vacabaqueiros estima por su parte que uno de los principales desafíos de la hasta ahora favorita para ganar la elección presidencial será deshacerse “de la sombra del actual presidente López Obrador”.

    La seguridad, preocupación principal de los mexicanos

    México atraviesa una profunda crisis de violencia criminal ligada mayoritariamente al narcotráfico que ha dejado un saldo de más de 150 mil muertos en los últimos años. Una crisis que se acompaña de otra tanto o más dramática, “la profunda crisis forense con más de 52 mil personas sin identificar en las fosas comunes o en los servicios forenses del país”, como reconoció Alejandro Encinas, ex subsecretario de Derechos Humanos. En ese contexto no sorprende que para la gran mayoría de los mexicanos la prioridad de prioridades sea el tema de la seguridad.

    Claudia Sheinbaum asegura que la inseguridad sólo podrá disminuir si se atacan dos frentes, “atender a los jóvenes que quedaron abandonados durante tantos años, asegurándoles derechos, y tacar la impunidad” Frente a ese flagelo social Xóchitl Gálvez propone “construir una prisión de muy alta seguridad y con tecnología de punta. Se les acabaron los privilegios a los delincuentes”.

    Feminicidios, cambio climático, economía,entre otros desafíos

    La inseguridad y la violencia afectan en particular a las mujeres. En efecto, según diversas fuentes 10 mujeres son asesinadas cada día en el país. Valentina, especialista en historia del arte, estima que el hecho que una mujer gane la presidencia no cambiaría mucho la situación. “Eso viene de una educación académica y desde casa. Si eso no cambia los feminicidios no van a desaparecer. Son una continuación del sistema patriarcal”. Fabian, auditor, habitante de la ciudad de México estima que cualquiera de las dos que gane pueden combatirlos pues “ambas están informadas de ello y saben cómo tratarlo”.

    Los desafíos que deberá enfrentar la primera presidenta de México son enormes y variados. Cientos de miles de migrantes llegan cada año a México en camino hacia Estados Unidos, pero la negativa de Washington de permitirles el paso ha activado una crisis que puede desbordarse en cualquier momento, además que favorece la corrupción y el tráfico de personas.

    Otro gran reto, al igual que en el resto del mundo es el cambio climático. La diferencia es que esa problemática ha sido poco atendida en el país. Las concesiones mineras otorgadas antes de la llegada de López Obrador a la presidencia han supuesto en muchos casos crímenes de ecocidio a lo largo y ancho del país. Tanto o más importante, México sufre de manera acelerada de la falta de agua y sin un tratamiento de urgencia sus consecuencias sociales y económicas serán devastadoras.

    Por último, pero no al último, cabe mencionar la militarización del país. Una pesada herencia de los gobiernos panistas y priistas, llevada a un clímax por López Obrador, que será muy difícil revertir. Puertos, aeropuertos, vías férreas, etcétera están ahora bajo mando militar, con lo que eso implica para la democracia

    1 April 2024, 10:28 am
  • 16 minutes 34 seconds
    Colombia: las drogas sintéticas invaden el mercado del primer productor de cocaína

    El gran reportaje de hoy nos lleva a Colombia, primer país productor de cocaína del mundo porque cultiva la hoja de coca, la base de producción de esta droga. Sin embargo, en los últimos años el tráfico de cocaína se ha visto obstaculizado por la llegada de drogas sintéticas. Las autoridades hacen sonar las alarmas porque los pacientes con problemas relacionados con el consumo de drogas sintéticas se multiplican. Una de ellas está muy de moda, se trata del Tusi.

    Sábado por la noche en Medellín. La fiesta está en pleno apogeo. En el parque Lleras, en el sur de la ciudad, la música resuena en cada esquina. En este barrio, llamado “Poblado”, bares, discotecas, restaurantes y hoteles acogen a los juerguistas todo el año. Es el barrio más turístico y animado de Medellín.

    Como todos los habitantes de Medellín, Sebastián González viene a menudo a este barrio. “Este es el punto donde se vende más droga de la ciudad por el alto tráfico de turistas extranjeros que vienen en busca de drogas y prostitución. Últimamente ha crecido mucho el consumo de lo que se llama cocaína rosa o Tusi. Hay vendedores ambulantes que ofrecen cigarrillos y también droga y hay puntos identificados dentro de la zona en donde puedes encontrar estos expendedores. En las ciudades colombianas estos puntos se identifican porque cuelgan un par de zapatos del cableado de la energía”, explica.

    La droga Tusi está tan de moda que se encuentra afuera de los lugares de fiesta. Se consume en los hogares. Miguel Guerra lo probó hace unos meses en su casa. Su nombre fue cambiado para garantizar su seguridad. Una noche, este treintañero, administrador de empresa, decidió dejarse tentar por el polvo rosado. “Creo que tienes sientes un poquito como de euforia y de felicidad. Hay una descarga grande de dopamina. Te sientes contento y feliz con la vida”, dice este consumidor.

    El Tusi o tusibi o cocaína rosada es una sustancia psicoactiva derivada de una preparación rudimentaria de componentes tales como ketamina, éxtasis, y cafeína. Los narcotraficantes le agregan un colorante para hacer un polvo rosado.

    Esta droga es cara. Los precios varían entre 70.000 y 200.000 pesos, es decir, entre 16 y 46 euros por gramo. A modo de comparación, un gramo de cocaína cuesta 20.000 pesos, es decir, unos 4,60 euros. El Tusi es una droga reservada a las personas con buenos ingresos. Pero su versión mezclada con otras drogas ayuda a bajar los precios. De este modo, se pone a disposición de un mayor número de cliente de todas las categorías sociales.

    Producción en laboratorios caseros

    La producción de esta droga sintética se hace de manera artesanal y en el hogar. En un barrio popular de Medellín, encaramado en las montañas, y de difícil acceso, un grupo de jóvenes ha montado su laboratorio de producción de Tusi. Preparan el polvo rosado que van a vender esa misma noche.

    No pudimos entrar en la casa ni entrevistar a los vendedores que se mostraron muy desconfiados. Solo un fotógrafo profesional logró convencerlos. Pudo tomar algunas fotos de la mercancía. Juan David Muñoz nos cuenta lo que vio. Para protegerlo, su nombre fue cambiado, al igual que su voz.

    “Ellos intuyen, tienen mucho conocimiento porque saben cómo mezclar. Dicen, tengo que mezclar esta cantidad de LSD, ketamina y unas pastillas de éxtasis que tratan y dicen que compran a Holanda, pero obviamente se la compran a un tercero, que las trae desde allá. Tienen su receta. Cada uno tiene su forma de prepararlo, venden y compran recetas también para poder empezar. No necesitas saber mucho de química ni tener como productos muy específicos para hacerlo, necesitas algo muy sencillo que es un microondas y un mortero”, explica el fotógrafo.

    El consumo de tusi puede provocar infartos, según los doctores  

    Desde hace varios meses, los hospitales del país y los centros toxicológicos alertan sobre el aumento del número de pacientes con complicaciones relacionadas con el consumo de Tusi. El Dr. Jorge Alonso Marín, toxicólogo de la clínica Soma de Medellín, confirma este aumento.

    “Es un fenómeno que ha ido aumentando de forma progresiva en los últimos tres años. Antes recibíamos a un paciente que consumía Tusi una vez a la semana. En la actualidad estamos recibiendo a un paciente por tusi casi diario. Puede tener una manifestación anfetamínica donde el paciente va a estar con la presión arterial elevada, con la frecuencia cardíaca elevada, donde va a estar, con las pupilas muy dilatadas, muy agitado, pálido. Pero adicional a eso es riesgo es sufrir un infarto. También se pueden tener alucinaciones, ruptura de las fibras musculares, una falla renal o hepatitis aguda”, afirma el doctor.

    El aumento del número de pacientes con problemas de salud relacionados con el consumo de Tusi también es visible fuera de Medellín. Cerca de la capital, Bogotá, un centro de desintoxicación recibe cada vez más pacientes dependientes de Tusi.

    El centro de rehabilitación se llama Narconon. Se encuentra a una hora en carro de la capital, en una casa de campo.  Jhon Jerez ha trabajado allí durante 20 años. “Casi todas las personas que han venido por el consumo de tusi también han consumido otras drogas. Respecto a lo que es el tratamiento con el Tusi, sí es un poco más complejo. Es más duro que las drogas callejeras, como lo era la cocaína, la marihuana, porque el tusi es una combinación de varias sustancias, entonces la sensación de abstinencia es más fuerte”, explica Jerez.

    Tusi, un cóctel muy adictivo

    El centro recibe a 10 pacientes por tratamiento de cuatro a seis meses. Más de 400 personas han completado el programa de desintoxicación de Narconon. Luis Miguel Zapata es uno de los pacientes del centro. Cambiamos su nombre para garantizar su anonimato. “Yo he consumido marihuana, alcohol y tusi, fue en los tiempos cuando está en la universidad. La probé por curiosidad. Cuando la consumes se altera totalmente la realidad. Sientes relajación, euforia, puedes sentir la música de una manera diferente. La parte visual también cambia bastante y todo se te pone como como si estuviera como lento”, afirma.

    Pero después de algunas noches con amigos, Luis Miguel comienza a sentir que se está enganchado, siente que le falta. Se vuelve adicto al Tusi. Explica que varias veces intentó dejar de consumir. “Quería cambiar mi estilo de vida. Entonces me encontraba con un entorno que siempre me llevaba a estar consumiendo y sentía que no tenía la fuerza de voluntad para dejar de consumir, el Tusi es una droga muy adictiva, que es muy recurrente en ciertos círculos sociales, está de moda, se vuelve como una adicción muy constante”, añade.  

    Desde hace diez años, este cóctel de sustancias está presente en todo el país. Según los datos del proyecto ‘Échele Cabeza’, es consumido principalmente por personas de 18 a 34 años. La llegada del fentanilo, otra droga sintética, preocupa más porque sus efectos son cincuenta veces más potentes que los de la heroína y se mezcla con Tusi.

    El consumo de cocaína, en caída libre en Colombia

    Mientras el mercado de las drogas sintéticas se extiende en Colombia, el de las drogas duras clásicas como la cocaína está en caída libre. Esto significa que ha perdido clientes que ahora prefieren probar otras drogas como Tusi o fentanilo.

    El resultado es que los productores de hoja de coca ya no pueden vender sus cosechas. La oferta es mayor que la demanda. La situación empeora ya que en los dos últimos años se han multiplicado los campos de producción de hojas de coca. Según la ONU, en 2021, más de 204.000 hectáreas de tierra estaban dedicadas a su cultivo.

    Con el paso del tiempo, los precios se desploman. En mayo de 2022, un kilo de hojas de coca se vendía a 1,20 euros. En mayo de 2023, 0,50 céntimos de euro. Esto ya no es rentable. Los cocaleros, es decir, los productores de hoja de coca cambian de producto y prefieren cultivar plátanos, café o cacao.

    Es en este contexto que el actual presidente Gustavo Petro, el primer jefe de Estado de izquierda del país, quiere cambiar de política de lucha contra el narcotráfico. Quiere dejar la represión automática y cambiarlo por un trabajo colaborativo con los productores de hoja de coca.

    “Qué desgracia que en vez de que una política bien financiada hubiera disminuido la demanda por cocaína en Estados Unidos a través de la educación, de la alegría, del amor, de su juventud, haya sido porque saltaron a una cosa peor todavía, la droga de la muerte, el fentanilo. Y entonces los intereses empiezan a gravitar de forma diferente”, dijo el presidente.

    Negociaciones con grupos delictivos 

    El mercado de las drogas está cambiando. Recientemente, las autoridades afirmaron estar monitoreando la evolución de reuniones clandestinas con narcotraficantes extranjeros y colombianos en varias ciudades de Colombia como Cali, Barranquilla y Bogotá. Los líderes de los grupos mexicanos vienen regularmente. Pero todavía no sabemos por qué están aquí.

    El Gobierno del presidente Gustavo Petro ha iniciado una serie de conversaciones con cada organización delictiva para negociar los términos de su rendición. La meta es lograr una paz total en el país. El Clan del Golfo, el grupo de narcotraficantes más poderoso de Colombia, habría iniciado un proceso de negociación.

    25 March 2024, 2:03 pm
  • 17 minutes 53 seconds
    ¿Sabían que las momias más antiguas del mundo no se encuentran en Egipto sino en Chile?

    Son las llamadas momias de Chinchorro y tienen 7.500 años. Esta civilización comenzó a momificar a sus muertos 3.000 años antes que los egipcios. Esta civilización que se instaló en la costa ariqueña procedente del desierto de Atacama no conocía la cerámica, era un pueblo recolector y pescador. Aun así desarrollaron técnicas avanzadas de momificación y un arte mortuorio sin precedentes. 

    Reportaje desde Arica de Aída Palau

    “Son gente que no conoce la cerámica ni la agricultura, todavía no la han desarrollado, pero gran parte de su influencia, de su desarrollo cultural, está relacionado con el culto a los muertos, donde ellos desarrollan técnicas de momificación extremadamente complejas, muy artísticas, y elaboradas”, nos explica Bernardo Arriaza, investigador de la Universidad de Tarapacá.

    El experto nos recibe en el Museo Colón 10, situado en las faldas del cerro, más conocido como el Morro. Allí se exponen algunas de las 300 momias que se han encontrado hasta ahora. Pero ¿por qué momificaban a los muertos? “Muchas veces sabemos el cómo, el cuándo, el dónde y el por qué son respuestas un poquito más complejas”, reconoce Arriaza. Aún así él tiene su teoría.

    “En algunos de estos valles, sobre todo en Camarones, los niveles de arsénico son muy elevados. Se encuentran a veces en niveles de mil microgramos por litro de agua y la norma dice que deben ser diez microgramos por litro de agua.  La hipótesis sería que las primeras poblaciones que llegan se asientan en este lugar y se empiezan a intoxicar, se empiezan a envenenar. Obviamente ellos no se dan cuenta porque el arsénico mezclado con el agua no tiene sabor ni color”, aclara.

    El envenenamiento por arsénico provocaba muertes prematuras

    Este envenenamiento les habría provocado partos espontáneos, niños con bajo peso, problemas maternos fetales. “Las madres embarazadas van perdiendo a sus fetos o a sus bebés y por el cariño, por el dolor que sienten los padres los empiezan a pintar, ornamentar para tenerlos seguramente cercanos a ellos”, explica el profesor.

    Inician así un arte mortuorio. Son como estatuas acostadas de todos los tamaños, con el rostro escondido tras una máscara. Existen momias negras cubiertas por óxido de manganeso y momias rojas pintadas con óxido de hierro.

    “Removían los órganos que son de descomposición más rápida, como es el cerebro, los pulmones, los intestinos. Después secaban las cavidades, introducían maderos, reforzaban esos maderos y después introducían arcillas. Y la arcilla también es un deshidratante y, al mismo, tiempo minimiza la acción bacteriana. Los suturaban. Los pintaban y les colocaban una peluca”, afirma.

    Las momias han destronado en el ranking de las más antiguas del mundo a las momias de Egipto. Hay muchas diferencias como que los egipcios usaban sarcófagos y los Chinchorro envolvían las momias con fibras vegetales. La civilización del norte de Chile tampoco hacia distinción a la hora de momificar, mientras que en el Egipto de los faraones sólo se momificaba a los nobles.

    “En el caso de los egipcios usan natrón, que son sales y acá están utilizando sedimentos y arcillas, tierras de colores, pero son también elementos deshidratantes ambos. Hay diferencias en el sentido de que los Chinchorro manipulan mucho más el cuerpo, a veces los desarticulan, los desarman y lo vuelven a articular” precisa.  

    Las momias Chinchorro ya forman parte del Patrimonio Mundial de la UNESCO desde el 2021, gracias al trabajo, entre otros, del profesor Arriaza. Un reconocimiento que llega a más de 100 años después de que el arqueólogo alemán Max Uhle publicara las primeras investigaciones a principios del siglo XX sobre las momias Chinchorro, que entonces llamó “los aborígenes de Arica”.

    Una inmensa necrópolis bajo la ciudad de Arica

    Arriaza trabaja con un equipo en el Centro de Gestión de Chinchorro de la Universidad de Tarapacá. Entre ellos, está Iván Astudillo, arqueólogo y antropólogo. El centro está situado justo al lado del Museo Colón 10, en las faldas del Morro, en la zona donde están los tanques de agua. Aquí se encontraron decenas de momias. Ya se han protegido 6.000 metros cuadrados

    “Lo que se plantea en el plan de manejo es tratar de intervenir los menos posible donde existan cuerpos, entendiendo que estos cuerpos tienen 5000 años y la arena es una cápsula del tiempo, si las sacamos se empiezan a deteriorar inmediatamente.

    Este equipo se encarga de gestionar las investigaciones en este lugar desde el 2017 y hasta el 2037. Hasta la fecha se ha acercado el sitio, han hecho limpieza, han habilitado el sendero, pero todavía queda mucho por hacer antes de que se abra al público.

    “Todas estas casas están encima de estos cementerios”, explica el arqueólogo mostrando una calle. Los investigadores tienen la teoría de que los Chinchorro convivían con las momias en sus casas y luego los enterraban de forma colectiva. Este barrio está construido encima de una necrópolis. “Existe una coexistencia entre la población moderna con estas poblaciones milenarias. Es súper interesante también la relación que se dan entre ellos. Ya es un símbolo identitario de este territorio que lo diferencia de las otras regiones de Chile y también de Perú”, analiza.

    La momificación de la cultura Chinchorro, un arte mortuorio

    En este barrio, sus habitantes prolongan de alguna manera esa historia de convivencia entre vivos y muertos. “Cuando éramos chicos nosotros jugábamos por los cerros y nos encontrábamos siempre con restos de momias y para nosotros era como lo más normal. En realidad, en esa época no se conocía mucho sobre esta cultura”, recuerda Paula Pimentel, artista plástica Ariqueña y vecina del barrio de las faldas del Morro.

    Una forma de participar en la conservación y en la reivindicación de la cultura Chinchorro y sus momias es a través del arte. Paola Pimentel, junto a su marido, también artista, hace réplicas de las momias desde hace 25 años con el objetivo de dar a conocer esta historia.

    Algunas de estas réplicas son gigantes y están instaladas en uno de los lugares donde se encontraron las momias la caleta de Camarones, a más de 100 kilómetros al sur de Arica. Todo un desafío porque nunca habían trabajado con estatuas tan grandes de cuatro o cinco metros y con hormigón armado. Ya han construido ocho.

    “La más icónica es la que está ubicada en la Caleta de Camarones. Tiene una vista increíble, es un acantilado precioso. Los vecinos del sector le pusieron de nombre la guardiana. Mide cuatro metros y medio, es de hormigón armado, pesa alrededor de cuatro o cinco toneladas, más o menos. Es bastante impresionante”, afirma emocionada Pimentel. “Tenemos un sentimiento de responsabilidad de ser custodios de esta cultura”, concluye.

    Los habitantes se sienten guardianes de las momias y de la cultura Chinchorro desde que se encontró la primera momia en una playa de Arica. Unas tierras que todavía guardan muchos secretos y donde hay aún mucho por descubrir.

    Realización técnica Pierre Zanutto.

    11 March 2024, 2:56 pm
  • 33 minutes 47 seconds
    En las 'cloacas' del modelo Bukele

    Aplastar la curva de homicidios en El Salvador tiene un precio. Buceamos en el lado más oscuro del régimen del presidente Bukele: desde detenciones arbitrarias y cupos policiales hasta muertos y torturados en prisión. RFI en español entrevista a más de 20 voces de la sociedad salvadoreña: familiares de víctimas, politólogos, activistas, miembros de la oposición y del propio gobierno dan su visión sobre las partes más controvertidas de un modelo que ha permitido pacificar el país. 

    De nuestro enviado especial a El Salvador, Carlos Herranz.

    La engrasada maquinaria de comunicación que bombardea con propaganda y el historial de sangre que arrastra el país hacen posible la legitimización de un modelo construido bajo la maquiavélica premisa de que el fin justifica los medios. RFI viaja a San Salvador para retratar el lado más oscuro del llamado modelo Bukele, en el que ahora se fijan otros países tras ser plebiscitado en las urnas el pasado 4 de febrero con notable éxito.

    El presidente Bukele acusa a los medios internacionales de dar una visión sesgada y deformada de lo que pasa en el país sin atender a su éxito arrollador en las urnas. Nosotros comprobamos de primera mano cómo ese voto, si bien es democrático, va acompañado de una degradación acelerada de los contrapoderes y las garantías del estado de derecho. Un sistema que lejos de lo que parece, presenta fisuras. Es "un castillo de naipes" llega a confesar a RFI el que en su día fue profesor de Nayib Bukele. 

    En nuesto reportaje intentamos explicar las claves de la popularidad de Bukele recorriendo algunas de las comunas hasta ahora más peligrosas del país, como Don Bosco o Iberias, cuyo control se repartían entre las maras Barrio 18 y Salvatrucha. 

    El Salvador muestra hoy una imagen diferente ante el mundo. El país que alguna vez tuvo las cifras de criminalidad más altas de Centroamérica ahora se cuelga como una medalla en el pecho las reducidas cifras de homicidios, las más bajas de su historia. A través del trabajo de ONGs, de periodistas independientes y de familiares de víctimas, reconstruímos la parte más oscura de este modelo que nos pone a todos ante el dilema ético de hasta qué punto es humanamente entendible que las garantías democráticas de un país sean rebajadas para instalar la paz. ¿Cuál es el precio?

    Las organizaciones humanitarias y la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) han recogido más de 7.400 denuncias de atropellos, la mayoría por detenciones arbitrarias durante el estado de excepción, desde marzo de 2022. 

    El Centro de Confinamiento del Terrorismo (Cecot), la prisión de máxima seguridad de El Salvador y uno de los proyectos insignia del presidente Bukele, ha cumplido un año en funcionamiento. Un circuito cerrado vigila a los prisioneros permanentemente. Comen frijoles y arroz con las manos porque los tenedores y los cuchillos podrían convertirse en armas mortales. 

    El mandatario se ha hecho inmensamente popular por esta política de mano dura, dentro y fuera de sus fronteras. El domingo 4 de febrero arrasó en las elecciones presidenciales, con el 85% de los votos. Bukele ha sido relecto después de un controvertido recorrido jurídico, ya que la Constitución salvadoreña se oponía a dicha reelección en varios de sus artículos. Sobre todo ello, RFI  pudo entrevistar al vicepresidente de El Salvador, Félix Ulloa quien se pronunció sobre las múltiples controversias del modelo salvadoreño

    El informe sobre Prácticas de Derechos Humanos del Departamento de Estado de los Estados Unidos de 2022 señala que el régimen de excepción ha permitido a las fuerzas de seguridad pública de El Salvador realizar numerosas detenciones arbitrarias, invasión de viviendas, procedimientos judiciales injustos y muertes de detenidos.

    "En las cloacas del modelo Bukele" es un Gran Reportaje que pueden escuchar en nuestro sitio y todas las plataformas. Fue editado por Víctor Mathieu y Steven Helsly.

    26 February 2024, 11:19 am
  • 14 minutes 53 seconds
    La educación pública venezolana hace aguas por todas partes

    La crisis económica en Venezuela pone en jaque a su sistema educativo público. Los bajísimos salarios empujan a maestros y profesores a buscar otros trabajos. Los alumnos tienen hoy más días libres que de clases y salen del secundario con grandes lagunas educativas. RFI en español traza una radiografía de un sistema en plena decadencia. 

    En el 80% de las escuelas de Venezuela, los alumnos van a clases solo dos o tres días por semana. Y no es por no querer, sino porque en el país caribeño no hay suficientes maestros. El comienzo del nuevo año escolar llegó con la extensión de una práctica iniciada a mediados del anterior: trabajar bajo un "horario mosaico", una modalidad que reduce la actividad escolar, según explicó a RFI en español Edgar Machado, presidente del Sindicato de Maestros de Caracas. "El docente que antes iba los cinco días de la semana, cumpliendo 40 horas, asisten ahora solo dos o tres días, dependiendo del acuerdo alcanzado con los padres y representantes. Algunos colegios han tratado de estar abiertos toda la semana y entonces, por ejemplo, dan primero, segundo y tercer grado los lunes, miércoles y viernes; y cuarto y quinto los jueves y viernes."

     

    El meollo de la cuestión es que los maestros no tienen suficientes ingresos. En noviembre de 2023, un docente en lo más alto de la escala salarial cobra 450 bolívares mensuales, el equivalente a 0,43 dólares diarios. Es una cifra muy por debajo de la línea de pobreza fijada en 2011 por el Banco Mundial, de 1,9 dólares diarios. Pero esos son docentes con más de una década de servicio. Los maestros con menor experiencia, apenas alcanzan los 0,32 dólares diarios. "Los docentes queremos trabajar los cinco días, confieza Machado, pero queremos que el salario nos alcance para cubrir las necesidades básicas."

    Los docentes peores pagados de América Latina

    La última vez que el Estado ajustó los salarios de los educadores en el país fue en marzo de 2022, y el resultado estuvo muy alejado de las aspiraciones del gremio. Todo el año 2023 estuvo marcado por continuas protestas de maestros por mejores pagos, pues los que reciben no les permiten mantener a su familia o siquiera pagar transporte público para llegar a las aulas. La inflación acumulada de este año ya alcanza 176%, y la anualizada 362% hasta octubre. "Venezuela tiene los docentes peores pagados de toda América Latina -sentencia Machado- más abajo que Cuba y Haití que siempre decíamos que eran los más bajos de América Latina".

    Pero ¿cómo se impuso el "horario mosaico"? Para la investigadora Luisa Pernalete, del Centro de Formación e Investigación de Fe y Alegría, la propuesta surgió de manera informal por parte de las propias autoridades, para permitir que los docentes pudieran realizar otra actividad para obtener ingresos adicionales. "En noviembre 2022, explica a RFI, el Ministerio de Educación redujo la hora de clase de 45 a 35 minutos. Era para que hubiese un grupo que tuviera clases en la mañana y otro en la tarde. Pero eso se ha venido reduciendo porque hay secciones que se han juntado por falta de alumnos o de maestros".

    Solo 10 días de clase por mes

    Lo que comenzó entonces como una opción de emergencia, se fue extendiendo por todo el país. Donde no llegó la sugerencia ministerial, surgieron acuerdos entre docentes y padres. La Federación Nacional de Padres y Representantes calcula que se está aplicando en el 80% de las escuelas públicas de Venezuela, un dato no menor cuando la mayoría del alumnado depende del sistema público. Según el presidente Nicolás Maduro, entre "el 80 y 85% de los estudiantes están en escuelas y universidades públicas" lo que supone que deben recibir 200 días de clases por año. Sin embargo, en 2023, en promedio, un niño que asiste a una escuela con "horario mosaico" tiene entre 8 y 12 días de clases al mes, y de 16 a 20 días libres.

     

     

    La ONG Con La Escuela publicó un estudio según el cual la mitad de los maestros del país tiene otro trabajo, que ejerce cuando no da clases. Uno de ellos es Raúl Parra, un docente desde hace 24 años en Caracas que es tambien fisioterapeuta y reconoce que "cuando en 2016 ví que ya no me alcanzaba el dinero que cobraba como maestro, tuve que ponerme a ejercer la otra profesión". El sindicalista Edgar Machado abunda en ese sentido: "Tenemos personas que pintan uñas, otras hacen tortas, otras venden café. Y las pocas que tienen carro, hasta de taxista están haciendo".

    A pesar de aplicarse de manera informal desde hace meses, fue recién en octubre 2023 cuando la ministra de Educacion, Yelitze Santaella, dijo públicamente que el "horario mosaico" es ilegal. Pero nada ha realmente cambiado desde entonces y las consecuencias las siguen cargando los más jóvenes. Dany Pineda es padre de dos hijas. La mayor, Daniuska, quiere ser abogada tras haber terminado sus cinco años en la secundaria pero reconoce el impacto de una secundaria deficiente: "Desde que empezó en el liceo, tuvo matemática de primero a quinto año solo uno o dos meses. De primero a cuarto año no tenía profesor. Ella misma admite que no sabe nada de matermática". Pero el cuadro lo completa su hija más pequeña, Daniela, quien cursa cuarto año de secundaria pero apenas ha pisado las aulas "porque el primer año fue en pandemia, con trabajo a distancia. Segundo, en pandemia, y solo conoció a los profesores. en tercero. Ahora están trabajando dos días por semana".

    Nadie repite

    Por su parta, Eilyn Márquez, dice que su hijo Gabriel, de 14 años de edad, está también cursando dos días a la semana. "Solo está viendo 6 de las 11 materias que debería. No tiene profesor de química, de física, ni de deporte. En el boletín de año pasado sale como si hubiese cursado todas las materias, y no es verdad". Y es que en el sistema educativo venezolano está prohibido aplazar a estudiantes. Nadie repite. "El Ministerio obliga a los docentes a pasar a los muchachos de un grado a otro superior -dice Machado- tenga o no los conocimientos necesarios. Tenemos jóvenes que están egresando y no saben ni tomar un dictado. Lo pudimos comprobar cuando una universidad privada llamó a una prueba de ingreso y no pasó ni siquiera el 1%".

     

     

    No solo la economía de los maestros los pone en jaque. Los hogares de los alumnos también sufren y así es como Eilyn Márquez debió pasar a su hijo a una escuela pública cuando ya no pudo pagar el colegio privado. Dany Pineda le pide a sus hijas conformarse con lo poco que tienen porque "pagar una clase privada es muy cuesta arriba y la situación económica ahorita solo da para comer". "Yo nunca pensé -agrega Eilyn- que los profesores que no iba a tener eran los de materias tan básicas como castellano o matemática. Es una frustración porque tú quieres que tu hijo tenga una educación adecuada".

    Para la investigadora Luisa Pernalete las consecuencias del horario mosaico y los demás problemas de la educación venezolana muestran secuelas casi de inmediato, y además, abren la puerta a una desigualdad mucho mayor entre quienes estudian en escuelas privadas y públicas, y dentro de estas, quienes logran tener más o menos días de clases. "Los adolescentes que están fuera del sistema escolar, que no trabajan ni estudian, tienen más riesgo de ser reclutados por las bandas criminales."

    De maestras a cafeteras, más rentables

    La Federación de Padres y Representantes asegura que el 27% del alumnado ha abandonado el sistema educativo, y el Sindicato de Maestros cifró en 40% la inasistencia escolar la segunda semana del periodo recién iniciado en octubre de 2023. La cifra duplicó la de años anteriores y la confirmó el docente Raúl Parra cuando dijo a RFI que cuando él comenzó a trabajar en su institución de la capital "la población escolar era de 2.200 estudiantes y hoy no llegan a 500. Sin embargo, dice, a los ausentes los encuentras trabajando en los mercados populares como carretilleros o buhoneros".

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    Quienes aún permanecen asistiendo a clases, no tienen su año escolar asegurado. El Sindicato de Maestros dice que la deserción docente ha escalado hasta el 70% en la última década, con un constante goteo que no se detiene. Machado enumera las bajas: "La docente de primer grado dio a luz, y esos niños no tendrá clase casi todo el año porque no hay suplente. La maestra de cuarto y sexto grado renunciaron. También la de tercero porque dice que vendiendo café en una esquina gana en un día lo que haría en un mes". Una lógica que lleva a la investigadora Pernalete a preguntarse "¿Cuánto heroísmo se le puede pedir a los maestros si no se elevan los salarios?" 

    Por ahora luce difícil que las condiciones cambien. La Ministra de Educación argumenta desde 2022 que no pueden discutirse nuevos contratos colectivos porque las sanciones internacionales han dejado al gobierno sin dinero. "Se estará dando respuestas cuando estén las condiciones económicas. Tengan esperanza", dijo la funcionaria mientras el sistema educativo venezolano continua desangrándose.

    6 December 2023, 2:35 pm
  • 11 minutes 36 seconds
    El Mejunje de Silverio: un bastión de diversidad en Cuba

    El Mejunje de Silverio es un lugar emblemático de Cuba. En casi cuatro décadas, este sitio bohemio de la ciudad de Santa Clara se convirtió en el refugio ante los prejuicios sociales en la isla, en particular ligados al mundo LGBTIQ+. Este reportaje sobre la inclusión y la diversidad obtuvo la mención especial de la novena edición del Premio Reportaje radiofónico de RFI en Español.

    Escuche el reportaje del cubano Lisvany Martín Rodríguez, estudiante de tercer año de Periodismo en la Universidad Central Marta Abreu de Las Villas (UCLV) de Cuba, mención especial de la novena edición del Premio Reportaje de RFI en Español.

    La calle Marta Abreu de la ciudad de Santa Clara, en el centro de Cuba, alberga un lugar de paso obligado para cualquier visitante. Unas ramas de uva se extienden por la pared y cobijan el portón verde que exhibe el número 12 en una de sus esquinas. Entre los grafitis resalta un nombre que resume la propia esencia del lugar: El Mejunje.  

    Este centro cultural surgió en 1984 y desde entonces se convirtió en el refugio ante los prejuicios sociales. La vida de las personas LGBTIQ+ era muy difícil antes de existir este sitio, pues persistía el rechazo y la homofobia. Laura Marlens fue una de las que encontró allí el espacio para desarrollar su carrera artística. Ella prefiere que la llamen así aún cuando su nombre de nacimiento es Mario Félix Herrera.  

    Desde hace casi cuatro décadas, Laura inició sus actuaciones en los shows de travestismo. Las noches de sábado resultan momentos mágicos para ella y sus compañeras de espectáculo. Se transforman en mujeres e imitan las canciones de artistas famosas. El público disfruta cada interpretación entre vítores y aplausos.  

    María Caridad Jorge López nos recibió en su casa para contarnos su historia. Como muchas otras lesbianas, ella también sufrió el repudio social, pero El Mejunje le abrió las puertas para mostrar libremente su orientación sexual.  

    En los inicios, María ayudaba en la confección de carnés para la entrada a este sitio de Santa Clara, ciudad ubicada en el centro de Cuba. Luego se convirtió en portera y, durante más de 30 años, aprendió incontables lecciones que dieron un rumbo a su vida: «Le agradezco a Dios y a todo lo que me acompaña —porque soy religiosa— habérmelo encontrado en el camino; porque, en verdad, me ha enseñado cosas, me ha enseñado a reflexionar errores que pensaba, cosas que no estaban claras en mí, y yo soy otra persona ya».   

    Un nombre se repite en cada testimonio. Algunos lo llaman amigo; otros, hermano; para muchos, maestro. Ramón Silverio Gómez fue el artífice principal de este centro. Acompañado de otros artistas y promotores culturales construyó un espacio para todos.  

    Silverio asegura que El Mejunje fue un proyecto surgido de la espontaneidad. Se concibió para un público joven sobre la base del respeto a la inclusión y la diversidad. Por las características del lugar, los fundadores enfrentaron cánones sociales y decisiones autoritarias, pero nunca claudicaron en la búsqueda de la aceptación más allá de la tolerancia.  

    >>>> París América: Lorena Ankuash, ganadora del Premio Reportaje de RFI en español 2023

    Pero este centro cultural no solo ha sido el sitio para los marginados sociales y la comunidad LGBTIQ+. A lo largo de su historia no se ha detenido la creación artística en sus más diversas manifestaciones. Según el actor Nelson Águila Pérez, el trabajo comunitario de la compañía teatral constituye un aporte en la defensa de la cultura cubana.  

    Esa proyección social se ha materializado con las giras por diferentes poblados de la provincia. El teatro popular ha llegado hasta los asentamientos más recónditos del territorio. En sus obras se refleja una amplia variedad de temas, y resulta frecuente el tratamiento de las tradiciones campesinas como elementos identitarios de la cubanía.  

    El Mejunje también ha sido el espacio de crecimiento de varias personalidades de nuestra cultura. Actores, teatristas, músicos… integran esa cantera artística que hoy demuestra su talento en escenarios de Cuba y el resto del mundo. Entre ellos se encuentra el multipremiado titiritero Rubén Darío Salazar, quien destaca la amplia visión cultural aportada por este sitio bohemio.

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    Hablar de El Mejunje y no mencionar La Trovuntivitis podría considerarse un pecado. Esta peña comenzó en el año 1997 gracias a la iniciativa de un grupo de cantautores santaclareños. Más de dos décadas después, Alain Garrido Pérez recuerda aquellos días fundacionales en que se unieron por pasión y entusiasmo.  

    Según el destacado trovador, el espacio surgió como una descarga y luego se convirtió en un colectivo. Desde entonces, las noches de jueves devienen momentos especiales para los trovadictos de la ciudad y de otras partes de Cuba.   

    Hacer cultura es salvar la existencia, salvar la existencia es también hacer cultura. Así piensan los artistas de este centro y lo han aplicado en reiteradas ocasiones. En plena pandemia de COVID-19, un grupo de actores creó el proyecto Santa Clara por la vida para la recolección de medicamentos y otros insumos necesarios.  

    Lizandra Martín Martín lidera esta iniciativa solidaria desde sus inicios. Nos cuenta que los donativos llegaron de todas partes de Cuba, así como de amigos extranjeros. Gracias a ello enviaron recursos médicos para varios territorios del país.  

    La joven actriz asegura que el éxito del proyecto dependió, en gran medida, de su sede en este complejo cultural: «El Mejunje es la casa de todos, se ha convertido en un lugar de confianza, en un lugar como de refugio».  

    Show trans, teatro, trova, danza, humor…, una amalgama cultural con casi cuatro décadas de historia. Hablar de este centro es entender las diferencias más allá de la edad, la orientación sexual, el pensamiento político o la creencia religiosa. El Mejunje no es solo un lugar, es defender un sueño con la más grande esperanza. Entre sus ruinas y paredes de ladrillos nace hoy la sociedad del futuro. 

    14 November 2023, 12:14 pm
  • 17 minutes 44 seconds
    Hace 55 años, los Juegos Olímpicos México 68, entre represión y lucha por la democracia

    Los XIX Juegos Olímpicos, realizados en México del 12 al 27 de octubre de 1968, fueron los primeros en un país "en vías de desarrollo". Un largo combate precedió el otorgamiento de las Olimpiadas al país. Pese a todo, el 12 de octubre, más de 5.500 deportistas provenientes de 112 países participaron en su inauguración. Diez días antes, el Gobierno mexicano recurrió al Ejército para reprimir brutalmente las protestas de los estudiantes. 

    En 1968, México se prepara para celebrar los decimonovenos Juegos Olímpicos de la historia moderna. Es la primera vez que un país de los llamados “en vías de desarrollo” acoge la competencia deportiva más importante del planeta. Más de 5.000 deportistas se han dado cita en la capital mexicana donde, más allá del entusiasmo olímpico, se respira un ambiente de represión y revuelta. Diez días antes de su inauguración, el Gobierno mexicano recurre al Ejército para reprimir brutalmente las protestas de los estudiantes. 

    Entre el “reconocimiento mundial al pueblo mexicano” y la demanda de democracia

    Cinco años antes, en octubre de 1963, los medios de todo el mundo anunciaron que la capital mexicana había sido elegida entre cuatro contendientes (las otras ciudades fueron Detroit - Estados Unidos, Lyon - Francia, y Buenos Aires - Argentina) para la realización de la justa deportiva más importante del mundo. La altura de la Ciudad de México (unos 2.250 metros) había sido un obstáculo durante dos décadas por su posible efecto negativo sobre los atletas.

    Antes de la inauguración de las Olimpiadas, México recibió no pocas críticas de diversos países pues los trabajos de infraestructura necesarios para el evento registraban gran retraso. Pese a todo, la inauguración el 12 de octubre de las XIX Olimpiadas marca un éxito para el Gobierno.

    “El Gobierno invirtió muchos recursos durante tres años, preparando todas las condiciones para los Juegos Olímpicos, y quiso aprovechar la ocasión para hacer algo ‘original’. Por una parte, considerando que se trataba de las ‘Olimpiadas de la Paz’ y por otra parte añadiendo un toque mexicano, que fue el crear al mismo tiempo la ‘Olimpiada Cultural’. Hay que decir que en esos años México era lo que el escritor Mario Vargas Llosa llamaría años después una ‘dictadura perfecta’, y que escritores como el mexicano José Revueltas, quien participó en el movimiento estudiantil y fue detenido, calificaba de ‘dictadura encubierta’”, recuerda Arturo Anguiano, doctor en Sociología quien en 1968 tenía 20 años y participó en el movimiento estudiantil.

    El país vivía entonces lo que se conoció como el “Milagro mexicano”, con tasas de crecimiento de la economía que superaban el 6% anual, baja inflación y estabilidad cambiaria. Gobernado por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) de manera exclusiva, las protestas sociales eran invariablemente silenciadas o reprimidas.

    “Este movimiento va a crear un cisma político en el país. No es un movimiento que surge a partir de la desesperación. México tenía unas tasas de crecimiento en esos años altísimas. Fueron los años dorados de la economía mexicana. La universidad era un proceso de promoción social. Entonces afecta mucho porque es un sector que es extremadamente sensible para el resto de la sociedad que los estudiantes se rebelen. Lo que reflejaba es que la gente quería democracia, quería que su punto de vista fuera tomado en cuenta”, dice Sergio Rodríguez, otro participante del movimiento estudiantil por la Escuela Preparatoria, un equivalente de liceo vinculado a la UNAM (Universidad Nacional Autónoma de México).

    Tres meses antes del inicio de las Olimpiadas, en julio, un enfrentamiento entre estudiantes de dos escuelas de bachillerato fue reprimido por los granaderos, las unidades de policía antidisturbios creadas tres décadas antes. En respuesta a la represión, los estudiantes de las principales instituciones educativas, notablemente la Universidad Nacional Autónoma de México y el Instituto Politécnico Nacional, se organizan y salen a manifestar. El 30 de julio, paracaidistas del ejército asaltan la Escuela Preparatoria N° 1 de la UNAM localizada en pleno corazón de la ciudad de México, usan una bazuca para derribar la puerta del recinto educativo.

    Es en ese momento que el movimiento estudiantil se generaliza a todas las escuelas. La marcha del 30 de julio encabezada por el rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, será la señal de la movilización de todas las escuelas de la UNAM.

    1968, un año de crisis en todo el mundo

    La protesta estudiantil mexicana suena como eco de las que ese año recorren otros países como Francia, Alemania, Japón, Brasil, Estados Unidos, Italia. 1968 es también el año de la ofensiva del Tet conducida por tropas de Vietnam del Norte contra la invasión estadounidense; el de los asesinatos de Martin Luther King y Robert Kennedy en Estados Unidos, donde el movimiento de los Black Panthers en defensa de los derechos cívicos de la población afrodescendiente gana terreno; o el de la invasión a Checoslovaquia por las tropas del Pacto de Varsovia bajo mando de Moscú. El movimiento estudiantil en México se desarrolla sobre la base de los “comités de lucha” y del Consejo Nacional de Huelga (CNH).

    Un mes antes del inicio de las protestas de los estudiantes, Claude Keijman, corresponsal del vespertino francés Le Monde llegó a la ciudad de México. Pronto pudo constatar cómo el Gobierno reprimía los estudiantes. “Llegué en junio y poco a poco ese movimiento estudiantil se reforzó con la represión, que comenzó muy rápido, hasta convertirse en algo muy importante. Me acuerdo de algunas manifestaciones donde había personas de todos los medios sociales, pero sobre todo clase media y estudiantes”, subraya la corresponsal.

     

    El 1 de agosto, el rector de la Universidad Nacional, Javier Barros Sierra, encabeza una manifestación de más de 80.000 estudiantes en defensa de la autonomía universitaria y contra la represión del Gobierno. “No sólo será la defensa de la autonomía. La bandera nuestra en esta expresión pública, será ocasión, será también la exigencia por la libertad de nuestros compañeros presos. Sin ánimo de exagerar podemos decir que se juegan en esta jornada no sólo los destinos de la Universidad y el Instituto Politécnico Nacional, sino las causas las más importante, más entrañables para el pueblo de México”, dirá en un discurso que hizo historia.

    El 1 de septiembre, un mes antes de la inauguración de los Juegos Olímpicos, el presidente Gustavo Díaz Ordaz, durante su informe anual de Gobierno declara: “Hemos sido tolerantes hasta excesos criticados. Pero todo tiene un límite y no podemos permitir más que se siga quebrantando irremisiblemente el orden jurídico como a los ojos de todo el mundo ha venido sucediendo”.

    “Para el Gobierno mexicano era impensable dejar que las manifestaciones estudiantiles se desarrollaran”, anota Thierry Terret, historiador del Deporte especialista de los Juegos Olímpicos. “La Guerra Fría continúa modelando los Juegos; por primera vez Alemania es representada por dos delegaciones, pero es sobre todo el tema racial que la política se impone a todos”, precisa este analista francés.

     

     

     

    El 2 de septiembre, en conferencia de prensa el Consejo Nacional de Huelga responde al presidente: “Todos los párrafos en los que el presidente, explícita e implícitamente, alude a que el movimiento estudiantil tiene como objetivos el sabotaje de la Olimpiada, el Consejo Nacional de Huelga quiere hacerle ver que es muy vieja y está muy quemada la posición de tratar de argumentar que no existen problemas y que lo que existen son conjuras. El movimiento, en un principio estudiantil y ahora popular, que se inició el 23 de julio de este año, tiene objetivos y tiene causas muy concretas que son totalmente ajenas a las Olimpiadas”. Para el Gobierno ese desafío es inaceptable.

    “A mediados de septiembre todo el mundo pensaba que podía haber una fuerte represión porque el Gobierno no quería que hubiese nada que perturbara la inauguración de las Olimpiadas el 12 de octubre. Pero nunca, nunca pensamos que habría esa represión”, subraya Arturo Anguiano.

    Tlatelolco, 2 de octubre 1968: “Me acuerdo de la violencia”, Claude Keijman, corresponsal del periódico francés Le Monde

    A mediados de septiembre, el Ejército ocupa la Ciudad Universitaria donde se mantiene hasta el 27 de ese mes. El miércoles 2 de octubre la manifestación a la que asisten unas 8.000 personas en Tlatelolco es salvajemente reprimida por el Ejército.

     

     

     

     

    Claude Kiejman, corresponsal en México del vespertino francés Le Monde, dice: “Recuerdo la violencia, más que todo. Yo pienso que yo escribí en mi artículo que fue una masacre, y que había como una atmósfera de guerra, porque yo llegué al fin de la tarde y en ese lugar, la plaza de las Tres Culturas, había hombres, mujeres, niños, estudiantes. Y era como una trampa. Cuando uno de los miembros del Consejo Nacional de Huelga comenzó a hablar vimos un helicóptero en el cielo, tanques y también hombres que llevaban un guante blanco y que hacían señales”.

    La represión según la prensa mexicana arroja 29 muertos. La embajada de Estados Unidos y su agencia de espionaje, la CIA, hablaran de más de 100.

    El movimiento estudiantil genera manifestaciones de apoyo en el mundo, así lo precisan en una conferencia de prensa el 3 de octubre de 1968 los miembros del CNH que escaparon de la detención: “Las peticiones de amnistía al Gobierno mexicano para liberar a los presos políticos han llegado prácticamente de todas partes del mundo, desde organizaciones estudiantiles hasta personalidades intelectuales tan connotadas como Bertrand Russell, John Dee Bernal, Jean-Paul Sartre y Mario Vargas Llosa, y bueno, todo el grupo latino de París”.

    El 12 de octubre de 1968 se inauguraron los XIX Juegos Olímpicos. Cuatro días después, durante la final de la carrera de 200 metros, los estadounidenses Tommie Smith y John Carlos obtuvieron el primer y tercer lugar respectivamente. Al momento de la premiación y mientras sonaba el himno nacional de su país, los dos atletas levantaron el puño derecho e izquierdo enguantados de negro, como símbolo de la lucha de los Black Panthers contra la segregación racial y por los derechos cívicos en Estados Unidos. Fue la imagen que la historia recogió de los Juegos Olímpicos de México.

     

     

     

     

    Al regresar a Estados Unidos, ambos atletas fueron despojados de sus medallas y perdieron sus empleos. Años más tarde, en 2012, durante una entrevista, a la pregunta de si su gesto había sido un acto militante, Tommie Smith respondió: “Si, fue un acto militante. Había que hacer algo. Y fue hecho por una razón, la justicia social ignorada por los hombres, los que no creen en los humanos y que tampoco creen en la necesidad de reflexionar sobre el trato de los derechos humanos. Creo que es muy importante la tribuna de la victoria porque fue, se puede decir, el summum de lo que debía hacer y de lo que la gente tenía que ver antes de que comprendieran lo que nosotros ya sabíamos”.

    “El símbolo principal del Comité Olímpico era una paloma de la paz, retomada de Pablo Picasso, y los estudiantes lo que hicieron a partir de la represión y sobre todo después del 2 de octubre fue que no se dejó una sola paloma de la paz, que había por todas partes, que no tuviera el pecho con pintura roja por la sangre de la gente que había sido masacrada”, recuerda Arturo Anguiano.

    30 October 2023, 2:58 pm
  • 14 minutes 20 seconds
    Con el megapuerto de Chancay, China prepara la mayor ruta comercial a Sudamérica

    China construye en Perú un mega puerto en Chancay, un poblado al norte de Lima con 63 mil habitantes. Apunta a ser la mayor terminal marítima del Pacífico sudamericano -por encima de los puertos peruano de Callao y chilenos de Valparaíso y San Antonio- y la principal vía de intercambio comercial entre el subcontinente y Asia.

    De Chancay a Shangai. Los primeros cuatro muelles del mega puerto de Chancay debería inaugurarse con bombos y platillos a finales del 2024 coincidiendo con la Cumbre de la APEC, el foro económico de los países del Pacífico, que se realizará en Perú en diciembre de ese año, y a la que se espera la visita del presidente chino, Xi Jinping.

    La obra es faraónica y ha despertado expectativas por el impacto económico que tendrá y por el posicionamiento estratégico que le daría a Perú en el intercambio comercial entre Sudamérica y Pekín y con Asia en su conjunto, pero también genera preocupación por las consecuencias ambientales y sociales de su construcción.

    La primera etapa implica una inversión de 1300 millones de dólares. El proyecto final consta de 15 muelles y una inversión total de más de 3500 millones de dólares. La empresa china señala que será el único puerto en la región al que podrán llegar grandes buques con 18 mil contenedores a plena carga. 

    La empresa que realiza la obra se llama Cosco Shipping, está controlada por el Estado chino y es propietaria del 60% del puerto. El otro 40 es de la minera peruana Volcán, que lanzó el proyecto hace más de una década y en 2019 se asoció con los asiáticos. Cosco Shipping tiene presencia en 37 puertos en el mundo y es propietaria de más de 1300 buques.

    El gerente de Asuntos Públicos de la constructora, Mario de las Casas, dice que Chancay se convertirá en un “hub” en Sudamérica que concentrará y distribuirá el comercio con Asia, reduciendo significativamente, al menos en diez días, el tiempo de traslado, impulsando así el comercio entre ambas regiones. Anuncia que buscan convertir este puerto en un punto clave para sacar los productos de Brasil por el Pacífico.

    “La importancia del puerto en la región -dice de las Casas- es que va a ser la puerta de ingreso a la región del Asia. Perú se convierte en la llave de ingreso a Sudamérica. Se está haciendo un puerto de última tecnología, de alta eficiencia”. El funcionario resalta también la importancia estratégica que este puerto tiene para China porque “es parte de la ruta de la seda; China hace años viene invirtiendo en infraestructura logística en todo el mundo. Esto es parte de su plan mundial”.

    Deficiencias ecológicas

    De las Casas minimiza los cuestionamientos ambientales y sociales al proyecto. La empresa se negó a escuchar las propuestas de los pobladores de Chancay para trasladar la construcción del puerto cinco kilómetros al norte, en una zona no habitada, para reducir los impactos en la población. “El proyecto nació siempre acá, explica. Se hicieron los estudios y se dio la viabilidad que se puede hacer acá. Yo tengo entendido que todos los permisos han sido correctamente obtenidos y por eso estamos construyendo esta obra”. 

    Pero el Estudio de Impacto Ambiental al que se refiere el funcionario de la empresa, aprobado por el gobierno peruano y que dio luz verde a este puerto, es cuestionado. El biólogo Stefan Austermuhle analizó ese estudio y comentó a RFI las deficiencias que encontró. “Usan metodologías que no son adecuadas y al usar estas metodologías no detectas el impacto real verdadero, quiere decir que es una herramienta para esconder un impacto ambiental que se va a dar. Y engaña a la población básicamente. Si tú tienes una situación donde la mayor parte de la población es pobre, va a ser bien difícil que una población se pueda defender contra un proyecto que va definitivamente a perjudicarlos”.  

    Austermuhle enumera los principales impactos negativos en la población y el medioambiente que tendrá el puerto. Es una zona de pesca, turismo interno y muy cerca hay un humedal vital para miles de aves migratorias. “El dragado del fondo marino para crear la profundidad adecuada -explica el biólogo- va a tener un impacto muy grande, tú tienes que sacar el fondo marino y botarlo en otro lado donde tapas con una capa de barro, vamos a decir, toda la fauna marina y la vas a matar, eso va a ser un área bien grande. La construcción misma que va a cambiar las corrientes va a generar erosión de gran estilo en las playas del norte del puerto, lo que ya está comprobado. El siguiente impacto es el humedal, las aves definitivamente van a ser espantadas. El siguiente impacto obviamente es la contaminación del aire por la gran cantidad de camiones que van a circular en la fase de operación y también en la fase de construcción por el pueblo de Chancay. Y el cuarto impacto es el ruido”. 

    Miriam Arce vive frente al mar, mirando al viejo puerto artesanal, al lado del proyecto portuario chino. Las paredes y techos de su casa, como las de muchos otros pobladores, se han rajado por las explosiones usadas en la construcción del puerto. Hace semanas, en otra zona, colapsaron dos casas y otras 18 quedaron afectadas cuando hubo un derrumbe en el túnel que se construye bajo el pueblo para que circulen los camiones que van del puerto a la carretera. Arce denuncia que la salud de los pobladores está siendo afectada por la contaminación causada por la construcción del puerto. Ella es presidenta de la Asociación en Defensa de las Viviendas y Medioambiente del Puerto de Chancay: “Están afectando, dice a RFI en español, los polvos tóxicos que está emanando la construcción a raíz de las explosiones que realizan cerca de nuestras casas, a menos de cincuenta metros, en las cuales hay pólvora que estamos respirando, como también el polvo de los cerros. El humo de miles de vehículos que están circulando también está afectando nuestra salud. Las playas ya han sido destruidas por el mega puerto, playas turísticas. Otra de las afectaciones también es a nuestras viviendas, porque se están rajando totalmente por las continuas explosiones que están realizando. Lo que han reparado igual se está volviendo a rajar”.

    Arce considera que cuando termine la construcción y el puerto comience a operar, la situación será peor para los pobladores: “El ruido va a ser constante las 24 horas del día. Estamos tan pegados al proyecto que es imposible que no sintamos los ruidos, que no sintamos el humo tóxico que emiten los camiones que van a pasar, eso afecta a nuestra salud. Y en cuanto a lo económico, prácticamente va a matar todos los recursos económicos por los cuales Chancay se ha desarrollado durante muchísimos años”. 

    Esos recursos son la pesca artesanal e industrial, la agricultura y el turismo interno. Vladimir Cantoral, presidente del Frente de Defensa de Chancay, señala que entre el 60 y 70 por ciento de la población vive de estas actividades económicas ahora golpeadas, por lo que se están perdiendo muchos empleos e ingresos. Indica que la construcción del puerto no está dando el trabajo que se ofreció, empleos que serán menos cuando el proyecto entre en funcionamiento porque se trata de un puerto automatizado. “Se van a generar los costos, dice Cantoral, y nosotros no vamos a recibir nada a cambio. Lo que nosotros demandamos es que se revalúe el Estudio de Impacto Ambiental, donde realmente se sincere quiénes son los afectados. Generar indemnizaciones de acuerdo a la afectación propia que pueda tenerse. Y además que solamente se queden cuatro muelles, no vayan a quince. Hay que sentar al gobierno para planificar, porque nunca se planificó, y por eso nunca se ha reordenado el distrito para tener una visión de una ciudad-puerto”.

    El presidente del Frente de Defensa acusa a la empresa de dar dinero y trabajos temporales a dirigentes para ponerlos de su lado y neutralizar las protestas. “La empresa da dinero y la gente retrocede. Ese es el gran problema”, denuncia Cantoral y agrega que los que resisten a esos ofrecimientos son hostigados y amenazados: “Ha habido bombas en los domicilios de muchos dirigentes. Hay gente que siempre nos hace seguimiento, en las protestas que hemos realizado hay gente que nos hostiga, nos amenaza, nos amedrenta, han sacado panfletos por todos los lugares indicando cosas negativas nuestras, hay un hostigamiento total. Pero vemos que lo único que hace el Estado es proteger a la empresa”.

    Un impacto ambiental que preocupa a pobladores y ambientalistas es lo que ocurra con el humedal cercano al puerto, refugio de aves migratorias. William Jurado es el coordinador general del Comité de Vigilancia Ambiental del Humedal Santa Rosa y dice a RFI que “hay menos aves que llegan al humedal y están menos tiempo, a raíz de que se ha perturbado su hábitat. Nosotros estamos preocupados por el tema del funcionamiento del proyecto, que va a causar fuertes impactos que va a generar cambios irreversibles en la biodiversidad del humedal. Nosotros estamos exigiendo acciones importantes para que de una u otra manera se mitigue. Que se mantenga la zona agraria, que se mantenga la zona del humedal. Si la situación va como está en camino, creemos que en el tiempo sí el humedal Santa Rosa va a desaparecer”.

    ¿Un proyecto con más costos que beneficios para Perú?

    Por su parte, la población afectada dice no encontrar respaldo en las autoridades, como es el caso de Angeli Yufra, una chancayana según quien “nadie nos está defendiendo, entonces lo que está ocurriendo es que la empresa se siente con ese poderío de hacer lo que le da la gana”.

    El director ejecutivo de la ONG CooperAcción, Alejandro Chirinos, especialista en gestión marino-costera, dice que han hecho más de cincuenta observaciones por los impactos sociales y ambientales de la construcción de este puerto, la mayoría de las cuales no han sido respondidas por la empresa.

    “Las observaciones siguen ahí vigentes y el Estado simplemente en diciembre de 2020 le da la aprobación. El daño a las personas ha sido enorme en estos últimos años. La gente lo que ha pedido es la instalación de una mesa técnica de diálogo, que incluya de manera tripartita, al Estado, a la empresa y a la gente afectada, para ver cuáles son las alternativas y cuáles son los compromisos para reducir los impactos ambientales y sociales que se están generando en la zona. Si esa mesa no se instala el conflicto va a seguir. Hay impactos que se pueden mitigar utilizando tecnología y mayor inversión. Sí sabemos que un puerto como este va a dinamizar la economía, la pregunta es a quiénes va a beneficiar realmente”.

    La economista de la misma organización, Julia Cuadros, considera que el gran beneficiado con este puerto va a ser China, país que tiene importantes inversiones en Perú, especialmente en minería, en el sector eléctrico, hidrocarburos e infraestructura. El 48 por ciento de las exportaciones peruanas de minerales van a China, país con el que el Perú tiene un Tratado de Libre Comercio y ha firmado la iniciativa de la franja y la ruta.

    “Hay un esfuerzo de conectividad -dice Cuadros- porque quieren llegar a todo el mundo y que todo el mundo llegue a ellos. Chancay está en esta lógica de conectar China con el mundo. El puerto no solamente va a abastecer el mercado chino, pero será su principal objetivo. Es estratégico para China en la medida en que está en la mitad del continente sudamericano. El tema está en que eso está bien para China y está bien para los inversionistas, pero no está bien ni para nuestro medioambiente, ni para nuestra gente”.

    Cuadros estima que para Perú los costos serán mayores que los beneficios: “El beneficio económico es a través del pago de impuestos. El tema está en que por lo menos los primeros cinco años, si no es más, no van a pagar impuestos a la renta porque hay una norma que dice que no lo harán hasta que no recuperen la inversión. Se flexibilizan los marcos legales, ambientales y de derechos humanos. Y con marcos legales como los nuestros pueden hacer realmente lo que quieren. Si nosotros ponemos en una balanza costos y beneficios, el costo va a ser mayor que el beneficio, y la relación no será favorable para Perú”.

    A pesar de estos cuestionamientos, los seis gobiernos que ha tenido Perú en los últimos siete años de crisis política han coincidido en apoyar la construcción de este puerto. Un megaproyecto elogiado por gobernantes y empresarios, pero cuestionado por ambientalistas y las poblaciones afectadas, que protestan exigiendo ser escuchadas.

    25 October 2023, 11:10 am
  • 12 minutes 25 seconds
    'Declive feliz': Japón se resigna a su destino en pleno descenso demográfico

    ¿Japón avanza hacia un “declive feliz” en el que la gente se resigne a dejar de ser una potencia económica? Eso propone un sociólogo nipón ante la constante caída demográfica. El archipiélago perdió 800 mil habitantes en 2022 por el cóctel del envejecimiento de la población y el aumento de las parejas sin hijos. En una sociedad rígida, las mujeres privilegian la carrera profesional, y existe el fenómeno de los “solteros parásitos”. RFI viajó a Onjuku, un pueblo costero que encierra muchos de los desafíos del gobierno para frenar la espiral.

    La estación de Shinjuku en el centro de Tokio es una buena imagen de la pujanza de la tercera economía del mundo. En un día laboral, más de 3,5 millones de personas atraviesan la que figura en el Libro Guinness de récords mundiales como la estación más transitada del mundo.

    Pero desde hace años late la pregunta de hasta cuándo durará el ritmo vertiginoso de esta estación. O de esta capital. O de todo el archipiélago nipón. La incertidumbre se origina en las estadísticas de la población, que año tras año siguen en descenso.

    Descenso continuo

    Hasta las noticias de televisión anuncian el descenso de la población: “El Ministerio del Interior y Comunicaciones anunció hoy que hasta el pasado 1 de enero la población de Japón sufrió un descenso que por primera vez en casi medio siglo afectó a todas las prefecturas del archipiélago”. El año pasado, Japón perdió más de 800 mil habitantes. Ahora tiene 125,4 millones y el descenso continúa pues nacen menos niños y la población envejece. 

    Desde hace más de una década, las ventas de pañales para adultos en Japón superan las de aquellas para bebé. Este es el indicador más gráfico del envejecimiento del archipiélago japonés, donde las personas de 65 años o más rondan los 36 millones, o casi el 29% de la población.

    Para algunos sociólogos como el profesor Masahiro Yamada, el descenso de la población ha generado una crisis paulatina que está cambiando radicalmente el país que conocemos como Japón: “No es el tipo de crisis que ocurre de repente. Es más parecido a esa serie de golpes al cuerpo que recibe un boxeador. El poder de Japón se está debilitando poco a poco y su posición económica también decae”, explica.

    Solteros parásitos

    El profesor Yamada, sociólogo de la Universidad de Chuo en Tokio, es un especialista en demografía conocido por identificar a finales del siglo pasado a los hijos que no se casaban por estar hasta los 30 y 40 años con sus padres. Los bautizó con una etiqueta que perdura: los solteros parásitos. “Como en Italia, España, Corea del Sur y China, en Japón los hijos no quieren dejar el hogar pues cuando se casan su nivel de vida baja”, comenta.

    Hoy el número de matrimonios sigue en descenso y los jóvenes se ven frenados por la contracción de la economía y el esquema tradicional de que el hombre debe ser la cabeza de la familia que provee los recursos del hogar. “La participación de las mujeres en la economía no avanza en Japón, por eso los hombres con bajos ingresos no pueden casarse”, analiza el sociólogo.

    En las zonas rurales la población cae a un ritmo vertiginoso: “En la prefectura de Akita el número de niños ha disminuido en un 60 por ciento en comparación con hace 20 años”, agrega Yamada.

    Onjuku ante el éxodo de residentes

    En Onjuku, un pueblo costero situado a unos 100 kilómetros al sudeste de Tokio, la playa es recordada como el escenario de un caso único en Japón por sus lazos históricos con el mundo hispanohablante. En estas playas naufragó en 1609 el galeón San Francisco, nave española que viajaba de Filipinas a Acapulco, en la Nueva España de entonces. Los antepasados de Onjuku salvaron la vida de 317 náufragos.

    “El hecho histórico de 1609 fue un acontecimiento del que siempre hemos estado muy orgullosos ante el mundo”, cuenta a RFI el alcalde de Onjuku, Yoshiharu Ishida. Considera que el relato del galeón San Francisco, que implica a España, México y Filipinas, puede ser un atractivo para aumentar el turismo: “En un futuro queremos vincularlo como uno de nuestros recursos turísticos”.

    Pero el pueblo sigue perdiendo población cada año. De los 7.074 habitantes actuales, sólo 418 son niños menores de 14 años. “Desde que estoy en el cargo he implementado muchas medidas pequeñas pero no hemos logrado traer residentes”, lamenta el alcalde.

    Yoshiharu Ishida, que lleva más de una década en el cargo, se ha visto superado por la dinámica irreversible de la caída demografía que afecta a su país: “El número de fallecimientos y el éxodo de residentes es generalizado”.

    “Incluso dar a luz es difícil”

    El profesor Yamada considera que un factor decisivo para el éxodo de los pueblos es la brecha de género: “Las mujeres jóvenes de las zonas rurales se van a Tokio y a otros lugares por la falta de oportunidades para desempeñar un papel activo. Y porque en las empresas de las zonas rurales persiste una cultura de discriminación”. “Las mujeres motivadas y con estudios eligen la opción de marcharse a ciudades como Tokio u Osaka”, agrega.

    Una de estas mujeres es Hiromi Hoshino, especialista de marketing que salió hace casi 20 años de su pueblo, Katsura, un pintoresco puerto pesquero situado al lado de Onjuku. “Nací en la zona rural de la prefectura de Chiba y muchas personas salimos a la gran ciudad. La escuela primaria y la secundaria donde yo iba ya no existen. Eso me entristece mucho”, recuerda.

    Como profesional de marketing, la señora Hoshino se fija en los anuncios cuando visita a sus padres y sus deducciones son preocupantes: “Hay gran cantidad de anuncios de funerarias y eso me hace pensar en cómo está subiendo el número de fallecimientos. Incluso los crematorios, que es la costumbre funeraria en Japón, tienen lista de espera”, señala.

    El panorama resume bien la situación del Japón lejos de las grandes ciudades. Hiromi Hoshino explica que “incluso dar a luz es difícil pues no hay hospital, y mi hermano tuvo que llevar a su esposa a un lugar lejano. Japón se está volviendo como una isla remota donde es imposible conseguir servicios médicos de urgencia”.

    Tasa de fecundidad e inmigración

    En contraste, Tokio gana población y la señora Hoshino que tiene un niño de tres años contribuye al aumento: “Tuve a mi hijo a los 38 años. Antes de que naciera mi hijo ya estaba pensando en vivir una vida sin hijos”, subraya.

    La tasa de fecundidad en Japón, el promedio de hijos que una mujer tiene en su vida, es de 1,26, un nivel muy bajo para un país industrializado. Según cuenta Hoshino, “a mi alrededor hay mujeres que decidieron no tener hijos y eligieron su carrera. Japón tiene estilos de vida muy distintos incluso entre mi círculo de amigas”.

    La inmigración extranjera es una solución que, según nos recuerda el profesor Yamada, se ha propuesto en otras latitudes: “Japón no podrá sobrevivir sin inmigrantes. Las grandes empresas necesitan diversidad, por lo que quieren inmigrantes con un alto nivel profesional”.

    Sin embargo, dado que el porcentaje de personas que hablan otros idiomas es bajo, comparado a otros países de Asia, aprender japonés es una exigencia que puede no compensar los salarios que ofrecerá una economía menguante. “Me preocupa que tal vez no quieran venir a Japón”, comenta Yamada.

    El “declive feliz”

    Por cerca de 30 años, el sociólogo ha sido asesor de sucesivos gobiernos y de políticos japoneses para proponer medidas para frenar la crisis demográfica. Pero sus propuestas no contribuyen a la popularidad y suelen pasar a un plano secundario en la agenda política. “Para los políticos, lo importante son las elecciones del momento. Lo que pase en la sociedad dentro de 30 años siento que les da igual”, estima.

    El descenso de Japón que prevé Yamada será relativamente indoloro. Por eso ha acuñado una nueva etiqueta que incluirá en su próximo libro: el “declive feliz”. “Por ‘declive feliz’ quiero decir que no sólo el gobierno sino también los ciudadanos, en especial los jóvenes, se resignan a que Japón no sea un país central de la economía mundial”, detalla.

    El profesor considera que resignarse al declive es una tendencia cada vez más generalizada: “Más que la economía, especialmente los jóvenes, se preocupan de cómo disfrutar de la vida en el día a día”. En la ecuación del “declive feliz”, entran el conformismo de la juventud y su apatía política: “Sin importar lo bajo de su salario, los jóvenes no quieren involucrarse en la política. Japón tiene el porcentaje más alto del mundo de jóvenes que no participan en política”, recalca.

    “Es bastante aterrador”

    Con el fin de entender mejor la crisis demográfica japonesa en el contexto mundial, el experto en datos Stephen J. Shaw, inglés residente en Tokio, hizo una comparación que lo sorprendió tanto que se embarcó en una investigación por 24 países que plasmó en una serie documental.

     “Cuando vi las tasas de natalidad vi un descenso que afectaba al mismo tiempo a muchos países de Asia empezando por Japón y a partes de Europa. Hoy si exceptuamos África, todos los países tienen una fertilidad por debajo de la tasa de reemplazo o se acercan a ella. Fue aterrador”, explica.

    El documental se titula en inglés Birthgap (la brecha de la natalidad) y advierte que el problema está en las puertas de regiones hasta ahora consideradas exentas de caídas demográficas como América Latina. Según Stephen J. Shaw, “está vinculado a la paternidad tardía. Y esto no sólo en los países más industrializados. Filmamos varias semanas por toda América Latina y es bastante aterrador lo rápido que están cayendo las tasas de natalidad allí también”.

    El caso más grave es Brasil, donde en las dos pasadas décadas los nacimientos fueron insuficientes para reemplazar a los fallecidos. “Japón está mejor preparado para protegerse durante al menos algunas décadas gracias a su riqueza adquirida hasta ahora. Brasil va a tener verdaderos problemas para cuidar de su propia población”, estima el experto. Según él, el caso brasileño será el anticipo de lo que espera a otros países de la zona: “Creo que afectará a muchos países de América Latina de manera más general y mucho más duro que a Japón, Europa etc.”.

    El “declive feliz” de Japón que vaticina el profesor Yamada incluye una vida de carencias sentimentales subsanadas en el mundo virtual de muchos videojuegos japoneses, como el famoso Pokémon. “Por estar tan desarrollada la cultura de los pasatiempos en Japón, muchas personas prefieren vivir dentro de un videojuego a conseguir un novio o una novia”, dice.

    El mundo virtual podría además ayudar a sobrellevar la precariedad que se avecina. “Dejarán de intentar tener éxito en el mundo real y, en cambio, lo buscarán con el juego en el mundo virtual”, concluye el sociólogo.

    25 September 2023, 10:11 am
  • 12 minutes 45 seconds
    'Tenemos síndrome de Estocolmo': crecen la nostalgia y el revisionismo a 50 años del golpe en Chile

    A 50 años del golpe de Estado de Augusto Pinochet contra el gobierno de Salvador Allende, todavía hay sectores de la sociedad chilena que se niegan a aceptar los hechos. Un negacionismo que está presente en los medios, en los debates públicos y que cuestiona tanto el lugar que se le quiere dar a este aniversario, así como la narrativa oficial del gobierno de Gabriel Boric.

    Reportaje de nuestra corresponsal en Santiago de Chile, Yasna Mussa

    “Yo justifico el golpe militar. Me habría gustado que fuera un gobierno autoritario muy corto, que se hubiese restablecido la democracia rápido, pero creo que íbamos por un camino muy peligroso para el país”, decía hace uno meses el diputado Jorge Alessandri, militante del partido de derecha Unión Democrática Independiente, en una entrevista con Radio Futuro

    Esta mañana, lejos del Congreso, en la Villa Portales de la comuna de Estación Central, en Santiago, dos amigas conversan en medio de una cancha de fútbol que comparten los vecinos. Este fue un barrio emblemático durante los años de la Unidad Popular de Salvador Allende y que vivió una fuerte represión durante la dictadura.

    Alicia Cortez, de 71 años, dice que ella es parte de la excepción. Cree que el golpe no fue un hecho traumático para el país, sino que un acto necesario por el contexto que se vivía

    “Había un grupo de personas que, como estábamos conformes con el pronunciamiento militar, nosotros no supimos nunca de las cosas que pasaron, de los detenidos desaparecidos. No supimos de los allanamientos. No supimos de nada. Hasta muchos años después. Para nosotros eso no existía. ¿Y ahora? Y ahora uno lo ve como una película. Al menos yo lo veo como una película. Como que aquí nunca pasó”, cuenta a RFI.

    Para Cortez, la incertidumbre que se vivía en aquellos días, la escasez de productos de primera necesidad y la tendencia política de Salvador Allende generaron un escenario propicio para el golpe de Estado. Alicia no sólo reivindica la dictadura de Pinochet, sino que incluso añora aquellos años.

    “Yo en la época de Augusto Pinochet, como presidente de la República, viví una muy buena vida. Y después esto de la democracia, de los presidentes en algunos buenos, y ahí empezó de nuevo la efervescencia del odio, sobre todo con Michelle Bachelet”, se queja.

    Para ella había una estabilidad que hoy no existe. “Estaba ordenado, la economía estaba buena, teníamos oportunidades todos”.

    Alicia Cortez siente distancia de los discursos sobre derechos humanos y memoria. Dice que prefiere dar vuelta la página. “Yo lo único que quiero es paz y amor en mi país. Yo respeto las ideas de algunas personas, pero esa confrontación que arman todo el rato, que los detenidos desaparecidos…”

    Critica el lugar que ha tomado la conmemoración de este 11 de septiembre, especialmente con los 50 años del golpe de Estado. No esconde su indiferencia. “Mira, yo creo que han hecho de los derechos humanos un festival aquí en Chile. Yo no tenía idea. No me interesaba tampoco”, agrega.

    Su amiga Nancy Marchant comparte su opinión y dice que el derrocamiento del gobierno de Salvador Allende estaba justificado. “¿Por qué esa alevosía, esa rabia, ese rencor tan grande para celebrar 50 años, el dedo en la llaga siempre?”, se pregunta.

    Del otro lado de la avenida, en el jardín de la Universidad de Santiago de Chile, la USACH, un grupo de jóvenes estudiantes de primer año de periodismo conversa sobre la importancia de este mes, de este año y se sienten distantes de visiones como las de Nancy o Alicia.

    A Vicente Núñez le preocupan los discursos de negacionismo que circulan. “Realmente me parece trágico. Me parece trágico que actualmente, ya con todo lo que ha pasado ya 50 años, se siga tratando de esconder la verdad como tapar el sol con un dedo, básicamente. Ya se sabe tanta información, otros países también han hablado de este tema y que no salga algo parecido a otros países. Por ejemplo, yo siempre pienso en Alemania. En el caso del régimen nazi no sé, algo parecido”, explica a RFI.

    Su compañera de carrera, Paula Álvarez, profundiza en el origen de los discursos que relativizan lo ocurrido en 1973. “Creo que también tiene que ver con el tema de la educación, quizás porque, claro, nosotros que estamos en un ambiente que tiene historia con el asunto de la dictadura, con el lado de los trabajadores de izquierda, todo eso, pero a nivel general, a nivel Chile, tal vez no nos hemos puesto las pilas sobre educar realmente lo que fue el golpe.  Y también que se permitan discursos negacionistas en televisión, en política, que se permita que haya gente que diga que fue necesario, que haya gente que diga que Pinochet salvó la economía. Creo que eso influye igual en la opinión de las personas y también lo que pasa con los votos de castigo a ciertos sectores políticos, como están descontentos con la izquierda que está gobernando, su forma de castigo es decir ah, no, Pinochet lo hizo todo bien”, analiza.

    Paula dice que se trata de discursos que obedecen también a un trauma. “Hace no mucho tiempo, en las clases de historia no nos hablaban de dictadura, el gobierno se acababa en 1973, se acababa la historia de Chile. Era una cosa que se justificaba y también por la época que vivían, por toda la violencia que había, esas personas aprendieron a normalizar la violencia y a justificar el ‘no hay que poner orden, no hay que matarlos a todos, así se arregla todo’, pero en realidad eran personas que vivían con miedo de lo que les podía pasar. Es como un síndrome de Estocolmo, yo diría que Chile tiene síndrome de Estocolmo, sobre todo las personas mayores que fueron niños o bebés, incluso cuando fue el golpe de Estado, es la única forma que conocieron de imponer autoridad o de hacer sociedad, básicamente”’ añade.

    Natalia Olguín, también estudiante de periodismo en la USACH, recuerda una experiencia que tuvo entre los 10 y 12 años, cuando visitó Villa Grimaldi, uno de los mayores centros de detención y tortura durante la dictadura militar. Una visita que fue iniciativa de dos de sus profesores y que marcó su vida. “Lo que yo propondría para la educación es como que vayan a estos lugares, cuenten la historia para que haya un cambio porque si nosotros, si los estudiantes y los niños más chicos no saben la historia, no se va a poder nunca generar el cambio”, dice.

    Pero, ¿qué ha pasado en Chile para que aún existan versiones que ponen no sólo en dudas los hechos, sino que reivindican lo ocurrido?

    Una tarde de lluvia fuimos al Instituto Nacional de Derechos Humanos para preguntarle a Jorge Lagos, un sociólogo que se desempeña como analista operativo en la Unidad de Estudio de Memoria y que ha estado trabajando en los últimos meses en el capítulo de 50 años del golpe. Para Lagos el negacionismo está lejos de ser un fenómeno nuevo.

    “No sé si es un resurgimiento del negacionismo, yo creo que el negacionismo ha estado instalado, quizás hoy en día, en este año en particular en que se conmemoran 50 años, quizás la discusión sale mal a la luz, pero es un fenómeno que ha estado presente desde el inicio de la democracia”, nos aclara.

    Aquel período oscuro de la historia de Chile cuenta con un amplio registro de atrocidades cometidas por agentes del Estado. De acuerdo   a los antecedentes entregados por el ministerio de Justicia y los informes elaborados por las distintas Comisiones de Verdad, la cifra total de víctimas calificadas oficialmente es de 40.175 personas, incluyendo ejecutados políticos, detenidos desaparecidos y víctimas de prisión política y tortura. Luego del fin de la dictadura, en 1990, el país ha tardado en avanzar hacia una política de reparación de las víctimas. Esta tarde Marcia Tijero, analista de la unidad de estudios y memoria, repasa junto a su colega del Instituto Nacional de Derechos Humanos las razones que llevan a relativizar lo ocurrido durante los años de Pinochet. Cree que el proceso de la justicia transicional nunca acabó bien.

    “Yo creo que todos están frágilmente cumplidos, verdad y justicia, reparación, también muy frágil, pero definitivamente el principio de no repetición y de memoria histórica no se cumplió”, considera.

    Para Tijero estos incumplimientos han facilitado los discursos que relativizan lo ocurrido durante la dictadura cívico militar. “¿Y qué significa esto? En el fondo que no hay un proceso social de conocimiento de la verdad, hay una sociedad que reconoce lo que sucedió, lo elabora, hace una memoria de ese proceso y se compromete a una cosa de no repetición, y ese rol del Estado. Y ese proceso nunca se cumplió cabalmente. Y eso significa que quedan heridas, los culpables no se sienten responsables, se puede dar lo que se está dando ahora, que no se dio al principio del fin de la dictadura, que es la relectura de la historia y de los acontecimientos”.

    La UNESCO define el negacionismo como una forma de borrar la memoria de las atrocidades cometidas, lo que puede fomentar la repetición de tales crímenes en el futuro.

    Marcia y Jorge concuerdan en los factores que han favorecido este escenario y que el origen está en la forma en que Chile vivió la transición en los primeros años de democracia.

    “Porque en el fondo el fin de la dictadura, el inicio de la democracia es una cuestión que también funcionó muy en torno a un pacto. Una lógica de pactar cosas. Claro, porque eso fue un pacto, no fue un triunfo, sí ese es el punto central. Y, además, aunque hubiera sido un pacto, una vez en el poder, la Concertación podría haber aspirado a más. Y no lo hizo”.

    Jorge Lagos considera que el Estado de Chile tiene una deuda en esta materia “Si uno mira las recomendaciones, por ejemplo, del organismo de tratado, las recomendaciones del mismo INDH en esta materia, hay un porcentaje muy bajo de cumplimiento. De parte del Estado. Sí, por ejemplo, si analizamos por materia, en justicia, solamente el 10% de las causas por violación de derechos humanos tienen una sentencia y el 95%, por ejemplo, de las causas de tortura no han llegado a esa etapa, a esa etapa de cierre”, denuncia.

    La falta de acceso a la información también es otro factor. “En materia de verdad, por ejemplo, hoy en día aún estamos con un secreto de 50 años de lo que es el archivo Valech, que es información importantísima que, en Chile, por ejemplo, considero que es preocupante que no tengamos una ley de archivos sobre lo que ocurrió, que pueda ser disponible, que pueda ser consultada por la ciudadanía”.

    Jorge Lagos se lamenta de que en Chile ni siquiera hay una ley de sitios de memoria, sino que son nombrados como monumentos históricos. Desde 2018, según datos del ministerio de las Culturas y las Artes, ha habido 110 ataques a sitios de memoria.

    Una escasez de presupuesto y apoyo que la socióloga Carmen Pinto conoce bien. Hoy recorre los pasillos de la ex Clínica Santa Lucia, un centro médico que operó como espacio de tortura también durante la dictadura y que hoy se encuentra en un muy mal estado de conservación. Para quien pasea por el frontis es difícil adivinar que, en esa antigua casa construida en 1934, ubicada a un costado del Cerro Santa Lucía, se encuentra un sitio de memoria que hoy alberga a la comisión nacional de derechos humanos.

    Carmen Pinto revisa las fotografías de detenidos desaparecidos que pasaron por acá y ve con preocupación el nivel de alcance que tiene el negacionismo.

    “Muchos lo justifican, que era una necesidad porque se creó un caos. Es cierto que hubo un caos, pero nunca se ha dicho por qué se creó ese caos. Si no queremos reconocer lo que sucedió en Chile, veamos los documentos desclasificados de la Comisión Church de Estados Unidos, por ejemplo. Eso no lo está diciendo ningún chileno”, afirma.

    Pinto, que tiene un magíster en Historia y Memoria de la Universidad de La Plata, cree que en Chile hace falta entender la magnitud de los hechos y comprender los conceptos. “El problema es que no vamos a poder nunca construir un futuro si no solucionamos ese puente que hay entre el pasado, presente y futuro”.

    Carmen Pinto dice que lo primero es reconocer lo que sucedió. “El bombardeo de la Moneda no es imaginario, sucedió, y eso no es un acto político, es un acto de delincuencia. Las torturas sucedieron. Va a pasar lo mismo ahora. Claro, cuando vino el estallido fue como un retorno a lo siniestro, a lo que ya habíamos vivido. Fue un regreso a la memoria, pero de manera brutal. Pero como esto nunca se ha tratado bien en Chile, yo creo que Chile como sociedad tiene un trauma, un trauma”, concluye.

    La historiadora cree profundamente en que después de reconocer lo que sucedió, hay que hacer justicia. Decir la verdad. Conmemorar. Asegurar un Nunca Más. Luego queda sanar. 

    11 September 2023, 11:33 am
  • 12 minutes 45 seconds
    'Tenemos síndrome de Estocolmo': Nostalgia y revisionismo crecen en Chile a 50 años del golpe

    Cuando se cumplen 50 años del golpe de Estado del 11 de septiembre de 1973, el 36% de la población de Chile tiene una visión favorable a la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990), según datos de una encuesta difundida en mayo pasado. Paralelamente, un sector de la población prefiere olvidar, incluso negar, lo que ocurrió, escondiendo la verdad como quien “tapa el sol con un dedo”.

    Este es un año especial para Chile. Esta vez, la conmemoración del golpe de Estado en contra del gobierno de Salvador Allende es distinta: los chilenos y chilenas se enfrentan este 2023 a un sector de la población que aún se niega a aceptar los hechos. Un negacionismo que está presente en los medios, en los debates públicos y que cuestiona tanto el lugar que se le quiere dar a este aniversario, así como la narrativa oficial del gobierno de Gabriel Boric.

    “Yo justifico el golpe militar. Me habría gustado que hubiera sido un gobierno autoritario muy corto, de meses, que se hubiera restablecido la democracia rápido, pero íbamos por un camino autoritario que le había hecho muy mal a nuestro país”, decía hace uno meses el diputado Jorge Alessandri, militante del partido de derecha Unión Demócrata Independiente, en una entrevista con Radio Futuro.

    “Aquí nunca pasó”

    Esta mañana, lejos del Congreso, en la Villa Portales de la comuna de Estación Central, en Santiago, dos amigas conversan en medio de una cancha de fútbol que comparten los vecinos. Este fue un barrio emblemático durante los años de la Unidad Popular de Salvador Allende, y vivió una fuerte represión durante la dictadura.

    Alicia Cortez, de 71 años, dice que ella es parte de la excepción. Cree que el golpe no fue un hecho traumático para el país, sino que un acto necesario por el contexto que se vivía: “Habíamos un grupo de personas que, como estábamos conformes con el pronunciamiento militar, nosotros no supimos nunca de las cosas que pasaron, de los detenidos desaparecidos. No supimos de los allanamientos. No supimos de nada. Hasta muchos años después. Para nosotros eso no existía. Y ahora uno lo ve como una película. Al menos yo lo veo como una película. Como que aquí nunca pasó”, cuenta.

    Para Cortez, la incertidumbre que se vivía en aquellos días, la escasez de productos de primera necesidad y la tendencia política de Salvador Allende generaron un escenario propicio para el golpe de Estado. Alicia no sólo reivindica la dictadura de Pinochet, sino que incluso añora aquellos años: “Yo en la época de Augusto Pinochet, como presidente de la República, viví una muy buena vida. Y después esto de la democracia, de los presidentes, en algunos buenos, y ahí empezó de nuevo la efervescencia del odio, sobre todo con Michelle Bachelet”, subraya.

    “La economía estaba buena”

    Para ella había una estabilidad que hoy no existe: “Estaba ordenado, la economía estaba buena, teníamos oportunidades todos”. Alicia Cortez siente distancia de los discursos sobre derechos humanos y memoria. Dice que prefiere dar vuelta la página: “Yo lo único que quiero es paz y amor en mi país. Yo respeto las ideas de algunas personas, pero esa confrontación que arman todo el rato, los detenidos desaparecidos…”.

    Crítica el lugar que ha tomado la conmemoración de este 11 de septiembre, especialmente con los 50 años del golpe de Estado. No esconde su indiferencia: “Mira, yo creo que han hecho de los derechos humanos un festival aquí en Chile. Yo no tenía idea. No me interesaba tampoco”, afirma la mujer.

    Su amiga Nancy Marchant comparte su opinión y dice que el derrocamiento del gobierno de Salvador Allende estaba justificado. “¿Por qué esa alevosía, esa rabia, ese rencor tan grande que celebrar 50 años el dedo en la llaga siempre?”, pregunta.

    “Esconder la verdad, como tapar el sol con un dedo”

    Del otro lado de la avenida, en el jardín de la Universidad de Santiago de Chile, la USACH, un grupo de jóvenes estudiantes de primer año de periodismo conversa sobre la importancia de este mes, de este año, y se sienten distantes de visiones como las de Nancy o Alicia.

    A Vicente Nuñez le preocupan los discursos de negacionismo que circulan por estos días: “Realmente me parece trágico. Me parece trágico que actualmente, ya con todo lo que ha pasado, ya 50 años, se siga tratando de esconder la verdad, es como tapar el sol con un dedo, básicamente. Ya se sabe tanta información, otros países también han hablado de este tema y que no salga algo parecido a otros países. Por ejemplo, yo siempre pienso en Alemania. En el caso del régimen nazi no sé, algo parecido”, estima.

    Su compañera de carrera, Paula Álvarez, profundiza en el origen de los discursos que relativizan lo ocurrido en 1973: “Creo que también tiene que ver con el tema de la educación, quizás porque, claro, nosotros que estamos en un ambiente que tiene historia con el asunto de la dictadura, con el lado de los trabajadores de izquierda, todo eso, pero a nivel general, a nivel Chile, tal vez no nos hemos puesto las pilas sobre educar realmente lo que fue el golpe. Y también que se permitan discursos negacionistas en televisión, en política, que se permita que haya gente que diga que fue necesario, que haya gente que diga que Pinochet salvó la economía. Creo que eso influye igual en la opinión de las personas y también lo que pasa con los votos de castigo a ciertos sectores políticos, como están descontentos con la izquierda que está gobernando, su forma de castigo es decir ‘ah, no, Pinochet lo hizo todo bien’”, analiza la joven.

    “Síndrome de Estocolmo”

    Paula dice que se trata de discursos que obedecen también a un trauma: “Hace no mucho tiempo, en las clases de historia no se hablaba de dictadura, el gobierno se acababa en 1973, se acababa la historia de Chile. Era una cosa que se justificaba y también por la época que vivían, por toda la violencia que había, esas personas aprendieron a normalizar la violencia, pero en realidad eran personas que vivían con miedo de lo que les podía pasar. Es como un síndrome de Estocolmo, yo diría que Chile tiene síndrome de Estocolmo, sobre todo las personas mayores que fueron niños o bebés, incluso cuando fue el golpe de Estado, es la única forma que conocieron de imponer autoridad o de hacer sociedad, básicamente”.

    Natalia Olguín, también estudiante de periodismo en la USACH, recuerda una experiencia que tuvo entre los 10 y 12 años, cuando visitó Villa Grimaldi, uno de los mayores centros de detención y tortura durante la dictadura militar. Una visita que fue iniciativa de dos de sus profesores y que marcó su vida. “Lo que yo propondría para la educación es que vayan a estos lugares y cuenten la historia para que haga un cambio porque si nosotros, si los estudiantes y los niños más chicos no saben la historia, no se va a poder nunca generar el cambio y vamos a seguir en esto de rotar y rotar y no vamos a cambiar”, dice.

    “El negacionismo ha estado instalado”

    ¿Pero qué ha pasado en Chile para aún existan versiones que ponen no sólo en dudas los hechos, sino que reivindican lo ocurrido? Una tarde de lluvia fuimos al Instituto Nacional de Derechos Humanos para preguntarle a Jorge Lagos, un sociólogo que se desempeña como analista operativo en la Unidad de Estudio de Memoria y que ha estado trabajando en los últimos meses en el capítulo de 50 años del golpe.

    Para Lagos está lejos de ser un fenómeno nuevo: “No sé si es un resurgimiento del negacionismo, yo creo que el negacionismo ha estado instalado, quizás hoy en día, en este año en particular en que se conmemoran 50 años, quizás la discusión sale mal a la luz, pero es un fenómeno que ha estado presente desde el inicio de la democracia”, afirma.

    Aquel período oscuro de la historia de Chile cuenta con un amplio registro de atrocidades cometidas por agentes del Estado. De acuerdo   a los antecedentes entregados por el ministerio de Justicia y los informes elaborados por las distintas Comisiones de Verdad, la cifra total de víctimas calificadas oficialmente es de 40.175 personas, incluyendo ejecutados políticos, detenidos desaparecidos y víctimas de prisión política y tortura. Luego del fin de la dictadura, en 1990, el país ha tardado en avanzar hacia una política de reparación de las víctimas.

    Marcia Tijero, analista de la unidad de Estudios y Memoria, repasa junto a su colega del Instituto Nacional de Derechos Humanos las razones que llevan a relativizar lo ocurrido durante los años de Pinochet. Cree que el proceso de la justicia transicional nunca acabó bien: “Yo creo que todos están frágilmente cumplidos, verdad y justicia. Reparación también muy frágil, pero definitivamente el principio de no repetición y de memoria histórica no se cumplió”, dice.

    “No hay un proceso social de conocimiento de la verdad”

    Para Tijero estos incumplimientos han facilitado los discursos que relativizan lo ocurrido durante la dictadura cívico militar: “¿Y qué significa esto? En el fondo que no hay un proceso social de conocimiento de la verdad, hay una sociedad que reconoce lo que sucedió, lo elabora, hace una memoria de ese proceso y se compromete a una cosa de no repetición, y es el rol del Estado. Y ese proceso nunca se cumplió cabalmente. Y eso significa que quedan las heridas, los culpables no se sienten responsables, se puede dar lo que se está dando ahora, que no se dio al principio del fin de la dictadura, que es la relectura de la historia y de los acontecimientos”.

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    La UNESCO define el negacionismo como una forma de borrar la memoria de las atrocidades cometidas, lo que puede fomentar la repetición de tales crímenes en el futuro. Marcia y Jorge concuerdan en los factores que han favorecido este escenario, y en que el origen está en la forma en que Chile vivió la transición en los primeros años de democracia. “Porque en el fondo el fin de la dictadura, el inicio de la democracia, es una cuestión que también funcionó muy en torno a un pacto, una lógica de pactar cosas”, estima Jorge, y completa Marcia: “Claro, porque eso fue un pacto, no fue un triunfo, ése es el punto central. Y además, aunque hubiera sido un pacto, una vez en el poder, la Concertación podría haber aspirado a más. Y no lo hizo”.

    Deuda del Estado

    Jorge Lagos considera que el Estado de Chile tiene una deuda en esta materia: “Si uno mira las recomendaciones, por ejemplo, del organismo de tratado, las recomendaciones del mismo INDH en esta materia, hay un porcentaje muy bajo de cumplimiento de parte del Estado. Si, por ejemplo, si analizamos por materia, en justicia, solamente el 10% de las causas por violación de derechos humanos tienen una sentencia, y el 95%, por ejemplo, de las causas de tortura, no han llegado a esa etapa de cierre”.

    La falta de acceso a la información también es otro factor. “En materia de verdad, por ejemplo, hoy en día estamos con un secreto de 50 años sobre el archivo Valech, que es información importantísima que en Chile, por ejemplo, considero que es preocupante que no tengamos una ley de archivos sobre lo que ocurrió, que pueda ser disponible, que pueda ser consultada por la ciudadanía, por la Justicia”, prosigue Lagos.

    Jorge Lagos lamenta que en Chile ni siquiera hay una ley de sitios de memoria, sino que son nombrados como monumentos históricos. Desde 2018, según datos del Ministerio de las Culturas y las Artes, han habido 110 ataques a sitios de memoria. Una escasez de presupuesto y apoyo que la socióloga Carmen Pinto conoce bien.

    “Chile como sociedad tiene un trauma”

    Carmen Pinto recorre los pasillos de la ex Clínica Santa Lucía, un centro médico que operó como espacio de tortura y que hoy se encuentra en un muy mal estado de conservación. Para quien pasea por el frontis es difícil adivinar que en esa antigua casa construida en 1934, ubicada a un costado del Cerro Santa Lucía, se encuentra un sitio de memoria que hoy alberga a la Comisión Nacional de Derechos Humanos.

    La socióloga revisa las fotografías de detenidos desaparecidos que pasaron por acá y ve con preocupación el nivel de alcance que tiene el negacionismo. “Muchos lo justifican, que era una necesidad porque se creó un caos. Es cierto que hubo un caos, pero nunca se ha dicho por qué se creó ese caos. Si no queremos reconocer lo que sucedió en Chile, veamos los documentos desclasificados de la Comisión Church de Estados Unidos, por ejemplo. Eso no lo está diciendo ningún chileno”, estima.

    Pinto, que tiene un magíster en Historia y Memoria de la Universidad de La Plata, cree que en Chile hace falta entender la magnitud de los hechos y comprender los conceptos: “El problema es que no vamos a poder nunca construir un futuro si no solucionamos ese puente que hay entre el pasado, presente y futuro”, lamenta. Dice que lo primero es reconocer lo que sucedió. Hacer justicia. Decir la verdad. Conmemorar. Asegurar un Nunca Más. Luego queda sanar.

    “El bombardeo de La Moneda no es imaginario, sucedió, y eso no es un acto político, es un acto de delincuencia. Las torturas sucedieron. Va a pasar lo mismo ahora. Claro, cuando vino el estallido fue como un retorno a lo siniestro,a lo que ya habíamos vivido. Fue un regreso de la memoria, pero de manera brutal. Pero como esto nunca se ha tratado bien en Chile, yo creo que Chile como sociedad tiene un trauma”, concluye la socióloga.

    5 September 2023, 3:57 pm
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